Capítulo Treinta y Siete

3.7K 543 122
                                    

13 de Junio 1988, Inglaterra.

Gabriel rodó la pelota sobre la mesa mientras una sonriente Kamala, ahora de dieciocho meses, chillaba y la empujaba de vuelta. Iban camino a Sennen, y Gabriel esperaba con ansias ver a Jaime otra vez. Todos los adultos estaban actuando extraño, como si tuvieran un secreto que necesitaban contar pero tenían miedo de hacerlo. Le recordó la vez que se había cortado con la espada de Soto cuando no tenía permiso para tocarla. Gabriel suspiró; estaba planeando hacer que le contaran que sucedía. ¡Incluso Dario, Luca y Elena estaban actuando raro!

Gabriel salió de sus pensamientos cuando Kamala botó la pelota al suelo. —Oh ¿ya terminamos de jugar a la pelota?— le preguntó haciéndole cosquillas. Kamala chilló de risa. Gabriel amaba a su hermana y disfrutaba las mañanas que estaban juntos. Se había vuelto hábito para él viajar con Ria y Naveen solo para poder jugar con Kamala; él parecía ser el único que podía mantenerla feliz por largos periodos de tiempo—. ¿Te gustaría escuchar música, Princesa Kamala? Necesito practicar el violín.

—¡Sí! ¡Sí!— dijo Kamala aplaudiendo. Gabriel abrió el estuche del violín y sacó el hermoso instrumento. Luca había comenzado a enseñarle después de dejar India. Gabriel le sonrió a Kamala y empezó a tocar, de inmediato ella se quedó tranquila.

Ria sonrió mirando hacia atrás a Gabriel y su hija. Él había sido una gran ayuda desde el principio, y era tan dulce con la pequeña. Cada noche Gabriel le daba un beso en la frente en el mismo lugar que su primer beso había dejado la marca. Ria sonrió cuando la suave melodía floto hacia ella. Gabriel era muy bueno con el violín; el instrumento había sido de Luca cuando era niño y ahora era un maestro violinista.

Habían aprendido que el don de Gabriel tenía límites. Por ejemplo mientras que podía aprender diferentes tipos de arte y música necesitaba mucha practica para entender de verdad los movimientos y habilidades que su cuerpo ahora tenía. Aprender a través del contacto era perfecto para aprender a leer de los libros antiguos de una profesora retirada, algo con notas al margen o que contenía mucha información complicada tenía que filtrarlo lentamente. Habían averiguado esto cuando Gabriel abrió el libro sobre recolección de ingredientes que el Profesor Snape le había dado. Gabriel se había desmayado y no había despertado por tres horas. Cuando despertó fue por una pesadilla y le tomo a Mudiwa y Vincent mucho tiempo para tranquilizar al niño. Al parecer el Profesor Snape había adquirido el libro cuando era un niño, y cuando su madre y padre peleaban, Snape tomaba su preciado libro y se iba al bosque tras su casa para alejarse de los gritos y los golpes. Y si los sollozos de Gabriel eran ciertos, Hogwarts no había sido mucho mejor para el estoico hombre.

Vincent, Mudiwa y Soto le enseñaron a Gabriel técnicas de meditación. Aprendió a filtrar lo que estaba tocando, haciendo las emociones solo un susurro y que la información la adquiriera a paso más lento. Aun absorbía bastante información, pero ahora podía tomarla página a página. Ria sonrió otra vez cuando Gabriel guardo el violín y abrió un libro para leerle a Kamala. Freja le había dado varios libros de historias, que habían sucedido en realidad en un tiempo y lugar de la historia. Ria recordaba la discusión que todos habían tenido sobre la educación de Gabriel y descubrieron que simplemente dejando que Gabriel viviera su vida todos los temas necesarios serían cubiertos. Geografía, geología, historia, idiomas y estudios sociales estaban cubiertos al viajar país a país. Se aseguraban de detenerse en lugares educativos e históricos en sus viajes, tales como museos, castillos, iglesias y monumentos naturales. Matemática era aprendida con facilidad al ayudar a Adonis a planear la ruta, manejar el dinero, poner los precios para las cosas que vendían y usar recetas para cocinar. La fascinación natural de Gabriel por el mundo y su amor por la lectura ayudaban bastante.

Las divagaciones de Ria fueron interrumpidas cuando Gabriel preguntó —¿Cuánto falta para llegar a Exeter?

—Como veinte minutos; ¿por qué, tienes hambre?— respondió Naveen después de revisar un letrero del camino.

Caravana Gitana [Harry Potter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora