Capítulo Catorce

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Sentaron a Querubín al lado de Soto y se acomodaron para hacer espacio para que Vincent y Mudiwa se sentaran también. Naveen se había unido a su esposa al otro lado de la mesa así que había suficiente espacio. La mesera había traído una jarra de agua fría y ahora había vasos y platos en cada ubicación. Querubín sonrió y se acurrucó entre Soto y Vincent. Los adultos estaban conversando sobre sus compras. Soto tomó el vaso de Querubín y lo lleno hasta la mitad.

—Toma, Querubín, necesitas beber algo.

—Gracias, Soto— respondió Querubín. Cuando el agua tocó sus labios se dio cuenta lo sediento que estaba. Con rapidez bebió el agua; quería más, pero no estaba seguro si podía pedir más, así que dejó el vaso en la mesa. Aún conversando Soto rellenó el vaso de Querubín y se lo pasó otra vez.

Sonriendo, Querubín bebió un poco más y se acurrucó al lado de Soto.

—Así que— Freja sonrió de medio lado mirando a Vincent y Mudiwa—,¿se sienten mejor ahora?— Querubín miró interesado para saber cómo estaban; habían actuado muy extraño en la tienda de ropa.

Querubín no comprendió porque los dos hombres se sonrojaron y todos los demás rieron. —¿Querubín a dónde fuiste después de la tienda de ropa?— preguntó Vincent intentando alejar la atención de ellos. Mudiwa bufó ante el claro intento de Vincent de cambiar el tema.

Los ojos de Querubín se iluminaron y se sentó derecho antes de responder emocionado. —Freja me llevó a la tienda de animales. ¡Había tantos animales! Vimos peces, ratones, hámster, ratas y conejos. La señora que trabajaba en la tienda me dejó acariciar un conejo y jugar con los gatitos y perritos. ¡Son tan suaves! Luego vimos las serpientes. No podía tocarlas, pero una serpiente dijo...

—Listo, aquí esta su ensalada. ¿Están todos listos para ordenar ahora?— Los interrumpió la mesera poniendo una gran fuente de ensalada y una cesta con palitos de pan en medio de la mesa.

—Eso creo— dijo Ria mirando a Vincent y Mudiwa. Ellos asintieron y la mesera comenzó a tomar los pedidos. Cuando la mesera terminó con los adultos miró a Querubín.

—¿Y qué te gustaría a ti jovencito?— preguntó con amabilidad.

Querubín con rapidez miró a Vincent y le agarró la mano; no tenía idea de que decir.

Vincent, sintiendo que Querubín se estaba alterando le dijo —¿Te gustaría que yo escogiera por ti?

—Sí por favor—dijo Querubín suspirando.

Vincent rió —Necesitaré mi brazo un momento.

—¡Oh!— exclamó Querubín y avergonzado retiró su mano. Soto paso un brazo alrededor de los hombros del niño y lo acercó a su lado. Querubín se relajó contra el costado de Soto y esperó lo que Vincent escogería para él.

—Macarrones con queso para Querubín.

—Maravilloso— dijo la mesera y se dirigió a la cocina.

Todos se sirvieron ensalada y palitos de pan y comenzaron a comer, sonriendo cuando un suspiro familiar provino de Querubín. Después que el hambre inicial había sido calmada y comenzaron a comer con más tranquilidad Naveen preguntó.

—Querubín, ¿cómo estuvo la compra de ropa?—Querubín trago el bocado que estaba comiendo y respondió.

—Fue muy divertido. ¡Me compraron jeans, pantalones, camisetas, camisas, calcetines, chalecos y una chaqueta, piyamas y un bañador! Freja me ayudo a escoger zapatos; me compraron zapatillas, sandalias y zapatos de salir para cuando vamos a un lugar lindo— explicó emocionado.

Caravana Gitana [Harry Potter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora