Caravana Gitana [Harry Potter]

Capítulo Diecinueve

 Querubín suspiro feliz. Su estomago estaba lleno de buena comida. Todos a su alrededor estaban riendo felices. Las olas estaban calmadas y relajantes, la luz de la luna hacía que brillaran. Volviendo su atención a Adonis, el niño escucho la historia que estaba contando.

—Había estado lloviendo durante todo el partido y yo era el único que no estaba cubierto de lodo.Así que corrí por el campo con rapidez esquivando al otro equipo. Volando sobre los charcos de agua y lodo. Ni siquiera disminuí la velocidad al alcanzar la meta, con una rápida patada hice un gol y mi equipo gano el partido— dijo Adonis todo su cuerpo se movía mientras hablaba.—Salté por los aires gritándole mi victoria a los cielos. Cuando aterricé, mi rostro aun miraba las nubes y tenía una gran sonrisa que casi me dolía la mandíbula, mi pie resbaló en el piso mojado y caí de cara al lodo.— Todos rieron ante esa imagen mental, incluido Adonis.—Me dijeron— jadeó mientras reía— que mi cara era un espectáculo, la expresión de shock apenas se notaba por el lodo.— Esto causó que volvieran a reír.

—Parece que llegué un poco tarde, – dijo una profunda voz desconocida. Querubín que había estado sentado al lado de Adonis con rapidez se sentó sobre su regazo y comenzó a retorcer el borde de su camiseta mientras miraba de reojo al recién llegado. Su pura piel blanca brillaba con la luz de la luna; su cabello parecía ser de color negro al igual que sus ojos. Vincent se había puesto de pie con rapidez y había envuelto al hombre con una manta mientras lo saludaba con alegría.

—Este es Jacob, el amigo Selkie de Vincent. ¿Vincent te contó sobre él?— Preguntó Adonis intentando tranquilizar el nervioso niño.

Querubín se relajó. —Oh, sí lo hizo.

—Vamos a decirle hola. – El niño asintió y se puso de pie. Tomando la mano de Adonis caminó hacia el Selkie. Al acercarse pudo ver a una foca adulta y una foca bebé observando desde el agua.

—Jacob, me gustaría presentarte a nuestro nuevo miembro. Este es Querubín. Querubín, este es mi amigo Jacob, el que te dije anoche— Los presentó Vincent.

Jacob le sonrió con calidez al pequeño; después le preguntaría a Vincent sobre él.—Hola Querubín, es un placer conocerte.

El niño sonrió y acepto su mano.—Hola, también es un gusto conocerlo— dijo con voz suave.

Jacob sonrió e hizo un gesto hacia las dos focas en el agua.—Déjame presentarte a mi esposa e hijo.— Juntos caminaron hacia el agua— Querubín, esta es mi esposa, Miriam, y mi hijo que aun no tiene un nombre humano.

Querubín saludó tímidamente. —Hola

—Nuestro hijo es demasiado joven para cambiar aun, pero los dos igual pueden jugar en el agua. –dijo Jacob.

—Toma Querubín— le dijo Vincent pasándole una pelota.

Querubín sonrió, tomó la pelota y se sentó al lado de la foca bebé que se había acercado a la orilla.—¿Te gustaría jugar?

La foca asintió así que Querubín se levantó y luego hizo rodar la pelota por el agua, la pequeña foca se sentó tan alto como pudo y golpeó la pelota con su aleta. Querubín chillo y corrió para atraparla.

Rápidamente la envió de vuelta y comenzó un juego furioso lleno de risas.

Jacob tomo a Vincent por el brazo y lo alejo del agua.—Tenemos que hablar.

Vincent lo miro confundido. —¿Sobre qué?

—Querubín tiene un corazón y un alma puros, lo sentí cuando lo toque. Hay otro por ahí, su opuesto. Lo vi marchando para enfrentarlo cuando tenga dieciséis. Lo siento— declaró Jacob.