Redención (Inazuma Eleven-Axel Blaze)

Capítulo XXV (Parte I)

—Estamos en la banca, al parecer.

Axel miró a su derecha, al lugar vacío hace apenas un segundo atrás y en el que ahora Theressa Whitelaw ocupaba en silencio.

Ella sonrió de lado, brevemente como si se alegrara de verlo ahí. Axel sonrió de vuelta, sintiendo como el frio de la noche ya dejaba de importarle.

—Nunca hemos sido buenos estando en la banca, supongo. —murmuró Axel de vuelta.

—Eso parece. —comentó ella, mirando más allá de él. A la calle donde un montón de automóviles se detenían. Los valet del restaurante corrían a abrir las puertas y recibir las llaves de aquellas carrozas modernas mientras los dueños bajaban vestidos en sus más galantes vestimentas.

— ¿Qué tal esta tu bando?

— ¿Estamos en bandos diferentes? —inquirió Axel, arqueando una ceja.

—No hay que perder las viejas costumbres. —observó ella con tranquilidad. —Ahí viene Scarlette.

En un auto a lo lejos, Axel observó a Scarlette bajar envuelta en un vestido negro. Vio a Edgard, Poppet y a la extraña mujer que siempre los acompañaba, ¿Su nombre era Vesta?

—No has viajado con ellos.

—He tenido que vigilar la seguridad. —murmuró. — ¿Cómo esta Caleb?

—No del todo bien. —admitió Axel.

—No estas con él, ¿Por qué?

—Por su seguridad. Lo iba a matar ahí mismo si seguía oyéndolo.

Los labios de Tessa se curvaron. Axel la observó con más cuidado. Esta vez la ropa se ajustaba a ella, un vestido del color de la sangre que la hacía más llamativa que sus ropas negras.

— ¿Y el estilo de sigilo ya no te va? —preguntó con cuidado.

Ella suspiró.

—Poppet sigue siendo una tirana. —explicó. —Pero la ropa sirve como disfraz.

Todavía no terminaba de hablar, cuando un hombre que iba a entrar al restaurante se detuvo, como si tropezara con algo y se quedó observándola.

Axel la sintió tensarse y llevar disimuladamente su mano hacia su pierna, como si guardara algo allí bajo el vestido.

El hombre se sonrojó.

— Disculpe, creo que nunca nos hemos visto. —dijo con torpeza, dando un paso adelante. —Pero se ve hermosa esta noche. ¿La puedo invitar a comer algo?

Tessa aflojó la mano que buscaba el arma.

—Lo siento, pero ya estoy acompañada.

El hombre miró a Axel, como si recién notara su presencia.

—Ya veo. ¿Hay alguna oportunidad de...?

—No. Buenas noches.

Como si hubiera recibido un golpe, el hombre siguió su camino hacia la entrada del restaurante. Abatido y claramente desilusionado.

Axel suspiro y se quitó la chaqueta.

—Quizás te estas excediendo con el aura. —murmuró, pasando la chaqueta por los hombros de ella. —No lo he notado al principio.

—Por que solo los hombres inteligentes caen. —replicó ella. —Los necios me siguen viendo como soy. Gracias por la chaqueta, hombre caliente.

Axel sonrió.

— Normalmente los hechizos son al revés ¿No volverás a usar lentes de contacto entonces?

—Todo el mundo ya sabe que estoy aquí, atarían cabos rápidamente si me ven con ojos de diferente color porque ya saben que buscar. —murmuró. —Pero nunca esta demás algo de precaución.

— ¿Cuál es el punto exacto? ¿Te ven y se enamoran?

Ella le guiño un ojo dorado.

—Que no me ven en absoluto. Ven lo que ellos quieren ver, su concepto propio de belleza y amor.

Axel la miró de reojo.

— ¿Y has dicho que no funciona en necios?

— ¿Por qué tantas preguntas? ¿Qué ves tu?

El aclaró su garganta.

—Te noté diferente. Creo que te veo el pelo negro.

— ¿De verdad?

—Y quizás más alta.

—Vaya. Que curioso.

—Supongo.

—Lo más curioso es que no estoy proyectando mi aura para ti, así que no tengo idea de que estás viendo.

Dos manchas rosadas aparecieron en las mejillas de Axel y Tessa se río. Una risa ligera y atolondrada. Entonces, ella extendió su mano para llamar la atención de Scarlette y Edgard.

Le hubiera gustado pensar que la nueva ligereza con la que ella caminaba se debía a él, pero supo que gran parte se debía a que de alguna u otra forma, había vuelto con sus amigos de la infancia. Su familia de fútbol.

Axel vio a Caleb caminando al lado de Jude por la vereda contraria del restaurante.

—Ha llegado la hora de salir de la banca. —murmuró Axel.

—Nos vemos en el juego, entonces. 

_________________

Voy a explicar esto rapidito, ocurre que yo escribo trozitos de capítulo cuando tengo tiempo, entonces a veces demoro mucho en armar un cap (sobre todo en estos tiempos de universidad), peero me encantó tanto escribir esta primera parte del capítulo 25 que necesitaba dárselas, así que espero que les guste <3