Capítulo VII

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Respira.

Genoveva cerró sus ojos y trató de respirar tan hondo como podia, pero sintió un dolor pinchar en su costado.

Quería vomitar.

Era como esa vez que una ola la habia derribado en la playa, arrastrándola y sacudiéndola tan violentamente que su padre tuvo que ir a ayudarla a salir porque ella no tuvo la fuerza para levantarse.

Trató de levantar su cabeza, pero el mundo dio un giro y las nauseas volvieron, así que abandonó sus intentos.

— ¿Gene? ¡Gene!

Su hermana.

Podia reconocer esa voz en cualquier parte.

—Aquí. —jadeó.

Dos manos tomaron su rostro, y el malestar se desvaneció. El mundo se enfocó y tras varios parpadeos, Genoveva logró ver a su hermana alzarse sobre ella.

Sus ojos, del mismo tono dorado que el de su madre, la observaron llenos de preocupación.

— ¿Estas bien? —preguntó Tessa, sosteniéndola entre sus manos suaves. — ¿Estas bien?

Como pudo, Genoveva asintió. Estaba bien. Ella no temía por si misma cuando su hermana estaba cerca.

De alguna forma ella siempre sabía que hacer.

Y tras tanto tiempo, tenerla otra vez junto a ella...

A penas lo pensó, recordó a alguien más.

Una nota de pánico se elevó en su pecho.

— ¡Arion! ¿Dónde está Arion?

Escuchó un ladrido familiar como respuesta y la risa de su sobrino.

— ¡Aquí! —dijo Arion desde no muy lejos. — ¡Ya, ya! ¡Nia deja de hacer eso!

Otra vez, Gene sintió una oleada de vergüenza.

¿Cómo podia creer que su hermana podia olvidar a Arion?

Tessa silbó suavemente, y las risas de Arion cesaron. Sin ver, Genoveva supo que era una orden para Nia.

La elegante canina solo le obedecía a Tessa, sin excepciones. La mayoría de las veces la orden ni siquiera se concretaba en palabras, pero Nehalennia siempre sabía que deseaba Tessa.

Por su puesto, se debía a su aura.

Solo una mujer de cada generación en su familia obtenía un aura especial.

Y su hermana mayor era quien la poseía.

Solo ella.

Tessa se levantó del suelo al mismo tiempo que Nia tiraba y empujaba a Arion para estar justo al lado de Gene. Una vez que Nia los reunió, se sentó sobre sus cuartos traseros, dándole la espalda a ambos y esperó, mirando fijamente a Tessa.

A Gene le recordó cuando aún era una niña.

Tessa solía dejar a Nia cuidándolos cuando ella debía mantener su atención en otro problema.

O en otra persona.

Recordó el primer verano tras su compromiso oficial con Iwan Sarsfield, ella solía llevarlo a los campos de sus abuelos. Ambos se quedaban hablando en susurros mientras Nia vigilaba a Arion y Gene jugar junto al lago.

Una vez, el pie de Arion habia pisado mal y se habia caído.

Gene habia visto todo en cámara lenta.

Redención (Inazuma Eleven-Axel Blaze)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora