Capítulo IV

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— ¿Vas a encarcelar a Mark también?

Fingí sorpresa cuando levanté la mirada hacia el antiguo jugador de fuego.

Me encontré con la mirada más oscura y llena de rencor que le habia visto jamás a Axel Blaze.

Oh, pobrecito.

Al parecer seguía un poco molesto por el procedimiento policial.

— ¡Axel Blaze! —exclamé con falsa sorpresa. – ¿Estas en la ciudad? Pensaba que estabas en tu isla. Que...agradable sorpresa.

Cruce mis manos sobre mi regazo mientras lo observaba con una sonrisa nerviosa. Fingí arreglar un mechón de mi cabello fuera de lugar, y mirar avergonzada hacia el suelo.

Axel miró mi vestido rosa que habia comprado ayer, miró la peluca marrón que habia conseguido esa mañana.

Le vi fruncir el ceño tan profundamente que seguro le quedaría una arruga en ese lugar.

Le guiñé discretamente un ojo, como si ambos compartiéramos un secreto.

— ¿Encarcelar? —repitió Mark, parpadeando.

— ¿Yo? —repetí asustada. — ¿Por qué encarcelaría a Mark?

—Te dije que ya estaba loco. —intervino Scarlette, negando con la cabeza. —Ha estado desaparecido por meses en esa isla que se compró.

—Oh. —suspiré. —Siempre he querido comprarme una isla.

—Tal vez podríamos hacerlo. —intervino Scarlette. —Una isla, una botella de Whiskey...

Asentí con aire soñador, siguiéndole el juego como si fuera de verdad.

Vi como Axel miraba de mi a Scarlette.

— ¿Qué está sucediendo? —exigió saber.

—Tessa y Scarlette están paseando por la ciudad. —dijo Mark, confundido por la agresividad de su amigo. —Me han visto entrenando al Raimon y han bajado a saludarme.

Las cejas de Axel se alzaron.

— ¿Paseando? —repitió.

Le dedique una caída de ojos.

—Paseando. —afirme. —Pensé que era tiempo de ver a mi sobrino después del...retiro espiritual.

Mark era tan inocente como hace diez años atrás.

Como todo el mundo, el sabia de mi desaparición total de los medios desde hace un año. Solo habia bastado con decir que habia tomado un retiro espiritual y él lo habia creído por completo.

Aunque...técnicamente era cierto. Los sigilos me habían enseñado más de una docena de formas sobre como quebrar huesos. Era algo muy espiritual y terapéutico.

Además, habia añadido algo a la historia falsa que le habia dicho a Mark.

Todos sabían que Jessamine habia adoptado a Arion Sherwind hace muchos años. Legalmente, el niño era mi sobrino.

No nos habíamos visto hace mucho tiempo, pero al momento de reconocerme, Arion Sherwind habia corrido a saludarme.

El parecido con su padre me habia dejado anonadada, pero habia hecho un buen trabajo en ocultarlo. No habia sido tan difícil ya que después de despertar del coma habia pasado mucho tiempo con él y Genoveva encerrada en la casa. Ellos fueron los únicos que alegraban mis días por ese entonces.

Tal vez no compartíamos sangre, pero era mi familia.

Al menos habia descubierto que Jessamine no estaba en la ciudad gracias a Arion.

Redención (Inazuma Eleven-Axel Blaze)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora