Seguía luchando por no caerme ni desmayarme, el sol estaba comenzando a hacer de las suyas aunque antes me daba la impresión de que haría frio durante todo el día, Caminaba rápidamente en búsqueda de algún destino pero lamentablemente lo que único que observaba era arena y piedras.
-Tranquila pequeña, encontraremos el camino ya lo veras- Hablaba con mi hija más que todo para yo mantenerme calmada ya que estaba más que consiente que ella ni siquiera entendía que era lo que estaba sucediendo.
-¡Anna!-
El terror se apodero de mí nuevamente cuando volví a escuchar la voz de mi padre cerca de nosotras. Nuevamente comencé a correr con todas mis fuerzas y sin parar, corría y corría buscando algún tipo de camino o señal y por suerte una vez más mis plegarias habían sido escuchadas, casi a unos pocos kilómetros de mi había una pequeña autopista.
-¡Ven acá niña!- Aun lo escuchaba gritar mientras corría hacia el lugar.
Inmediatamente comencé a recordar cuando era una niña y me decía exactamente lo mismo justo antes de intentar golpearme, pero siempre mi madre hacia todo lo posible por meterse y defenderme.
No quería observar hacia atrás por miedo, cuando repentinamente sentí como me tomaba del brazo y me jalaba de una manera tan fuerte que me había hecho caer al suelo. Por suerte caí de espaldas lo cual no permitió que mi bebe se lastimara pero la había asustado tanto el impacto y los gritos que había comenzado a llorar.
-¿! Como te atreves mal nacida!?-Levanto su otra mano para golpearme –¡Eres una buena para nada, al igual que tu madre. Lamento el maldito día que te trajo a este mundo!- -¡Te voy a Matar!-
-¡Suéltame Desgraciado! Comente a intentar defenderme halando para que me soltara y así poder levantarme.
-¡Intente ayudarte de todas las maneras posibles! Pero tú nunca en tu miserable vida me has hecho caso.- Con la misma mano que antes había intentado golpearme se sacó un arma del bolsillo y comenzó a apuntarme con ella. –¡Te vas a arrepentir de no haberle hecho caso a tu padre!-
Cerré los ojos mientras abrazaba fuertemente a mi bebe y pensaba en mi Nick y mi Kevin. Ya no sentía miedo de que ese hombre me matara. Al final del cuento yo ya sabía que lo único que buscaba el mismo era destruirme al igual que había hecho con mi madre. El único dolor que sentía y que me estaba comiendo por dentro era el hecho de no saber qué era lo que sucedería con mi pequeña luego de que yo no pudiera protegerla.
Lo único en lo que podía pensar además de en mi familia era el ¿Por qué a mí?. Saben.. Yo no había tenido la culpa de haber nacido en aquel hogar lleno de problemas, de gritos y golpes. Lo único que quería era ser mejor que todas esas cosas y crear junto a mi esposo una familia diferente y feliz.
Yo no había pedido venir a este mundo para irme de esta manera. Se supone que mis padres debían amarme, cuidarme y educarme de la mejor manera posible pero desde que era pequeña lo único que había podido ver en mi hogar era una terrible violencia y aun así a pesar de todos cuando cumplí los 10 años había pedido de deseo no ser como mis padre, hacer lo posible por llevar una vida tranquila y feliz así eso me costara el hecho de alejarme de ambos para siempre. Porque a pesar de amar a mi madre con todo mi corazón por cómo se había sacrificado por nosotros, estaba totalmente consiente de que la "Violencia" no era la solución y el hecho de querer mantener una familia feliz y unida no era excusa para llegar al punto hasta de dejarte matar por una persona que realmente no te quería ni nunca lo había hecho.
Mi hijos habían sido la fuerza más grande de toda mi vida, los amores más puros e inocentes que había sentido alguna vez, desde que habían nacido supe que mi sangre no tenía que estar marcada por las desgracias y males. Ellos eran buenos e inocentes y podía ayudarlos a ser personas de grandes valores y buen corazón. Con la ayuda de Nick quien esperaba de todo corazón estuviese vivo para que pudiera seguir luchado por nuestra hija y por cuidar de mi Kevin quien estaba en aquella habitación aun esperando por nosotros. Y si llegaba a ser cierto que mi Nick ya no estaba en este mundo entonces nos encontraríamos nuevamente allí arriba y lloraríamos juntos por no haber podido ganar la batalla que lamentablemente mi propio padre había desatado.
Las lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas mientras tomaba a mi niña y le daba un pequeño beso en su pequeña cabecita, seguido a esto la abrase fuertemente contra mi pecho mientras escuchaba un fuerte sonido justo detrás de mí lo cual me hiso perder el conocimiento inmediatamente.
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Diario de una madre adolescente "2" ( La venganza de Carlos) ( Terminada)
Novela JuvenilNuevamente embarazada, Anna se encuentra en uno de los mejores momentos de su vida pues ahora ella, Nick y su hermoso hijo Kevin tienen un techo en donde vivir y poder compartir la maravillosa dicha de ser una familia normal. Por otra parte Carlos (...