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¿Anna?

-Cariño, despierta-

Comencé a abrir los ojos poco a poco debido a que la luz me molestaba un poco, llevaba varios segundos escuchando esa voz en mi cabeza durante aquel sueño profundo que había tenido.

Se escuchaba familiar, era una voz femenina muy conocida para mí así que como aun no podía ver casi nada intente adivinar si se trataba de la persona quien yo creía que era.

-¿Mama?- Pregunte mientras comenzaba a pensar en que solo había una manera de escuchar nuevamente su voz y era que lo más obvio es que yo ya también estuviese muerta.

-Mi niña ¿Cómo te sientes?- Volví a escuchar su voz mientras la vista se me acomodaba poco a poco.

-¿Tía?- Ella estaba de pie justo a mi lado observándome preocupada.

-¡Por fin despertaste Cariño- Comenzó a sonreír mientras tomaba mi mano suavemente.

¿Qué paso?- La verdad me sorprendía de no estar muerta tal y como yo lo había pensado, tampoco tenía ningún dolor extraño simplemente un dolor de cabeza espantoso y todavía sentía mucha sed. –Tía tengo Sed-

-Espera un momento.- Se alejó un poco y se dirigió a una pequeña mesa en donde había una jarra de vidrio junto con un vaso para servirme agua y entregármela.

Tome un vaso completo y aun sentía demasiada sed, pero primero necesitaba resolver muchas dudas antes de siquiera pensar en eso.

-¿Mi niña?- me altere un poco cuando comencé a recodar que la última vez que la había visto estábamos en real peligro.

-Ella está bien mi niña- Respondió ella mientras acariciaba mi cabello –La tienen en revisión, no te preocupes.-

-No..-Comencé a moverme para levantarme de la cama -Ella no puede estar sola tía..

-Tranquila Anna, tranquila.- Me tomo por los hombros para intentar tranquilizarme. –Ya nadie podrá hacerle daño-

-Carlos...

Nuevamente me interrumpió.

-Carlos Este muerto querido.-

-¡¿Qué?!

El estómago se me contrajo por la noticia, no sabía sin sentirme feliz por aquella noticia o llenarme de tristeza por el fallecimiento de la persona que me había dado la vida. Comencé a llorar desesperadamente mientras abría los brazos para indicarme a mi tía que necesitaba un abrazo a lo cual ella correspondió.

-Por fin se terminó..- Me repetía una y otra vez mientras continuaba el abrazo.

La pesadilla del padre que solo había enfocado su vida en intentar destruir a su propia familia a causa de los males de su pasado por fin había terminado, se había acabado y por suerte yo había logrado sobrevivir a toda esta guerra.

Para mí era importante si también el amor de mi vida había logrado salir victorioso de esta difícil batalla, para así poder seguir luchando juntos por el sueño de crear una familia feliz y totalmente diferente a la que mis padres me habían enseñado durante mi niñez.

-Tia..- Me separe de ella rápidamente para hacerle la pregunta más esperada. -¿Nick?-

Me observo seriamente y tomo mis manos.

-Querida...

Diario de una madre adolescente "2"  ( La venganza de Carlos) ( Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora