Labios Compartidos

7. Un Juego.

Pov Calle/Sam.

Wow, Wow sin duda fue la mejor noche de mi vida, ella, su cuerpo, sus gemidos, su olor, sus besos, toda ella era fuego en esa cama, la cama quedó mojada de tanta acción y no precisamente de sudor, rompimos dos lámparas y un despertador. Me había levantado temprano a recoger nuestras camisas que estaban en el pasillo, todavía estaban durmiendo, y dormirian hasta tarde por lo tarde que se acostaron, ella estaba durmiendo plácidamente en mi cama, la sabana tapaba la mitad de su cuerpo, dejando una pierna por fuera, y Dios mío, que cuerpo, todavía recuerdo esas escenas de anoche y el calor sube por mi cuerpo.

—¿Qué tanto me ves?— su voz somnolienta llamo mi atención, me cachó viéndola, ella tenía una sonrisa pícara en su rostro.

—Lo hermosa y sexy que te ves con esas sabanas— le dije empezando a besar su cuello, de su boca se escapó un gemido que fue callado por mi boca, ambas estábamos desnudas aún por lo que mis manos navegaron por sus muslos cuando me acomode encima de ella pero sin poner todo mi peso en ella para no lastimarla.

— La insaciable le dicen a ella— susurró soltando una risita juguetona.

— Con semejante belleza ¿Quien no quisiera repetir? — ella soltó una carcajada y su móvil interrumpió nuestro momento.

— El mata pasiones le dicen— era su papá quien la llamaba.

— Hola papi ¿como estas?— colocó voz mañosa, rodé los ojos, anoche era todo menos una niña con voz tierna.

—Si, estamos bien— no soporte verla desnuda y pase mi lengua por uno de sus  pezones.

— ¡Dios! ~ un gemido salió de su boca, yo sorte una risita y ella carraspeo la garganta.

— Si papi estoy bien, no, yo estoy sola, todos están durmiendo.

Seguí con mi trabajo en sus pechos, ella varias veces tenía que aclarar la voz para disimular sus gemidos, deje sus senos y cuando los vi estaban rojos y tenían algunas marcas moradas al rededor de este, reí bajo al ver la cara de Poché, quien me fulminaba con la mirada mientras hablaba con su papá.

Ella termino la llamada con su papá y me miró con el ceño  fruncido.

— Estas loca como se te ocurre hacer eso mientras que hablaba con mi papá, ¿sabes cuanta veces me preguntó si estaba bien?.— cuestionó, no le contesté, sólo me lancé a devorar su boca, hasta con el ceño fruncido ella se veía hermosa, ella y yo teníamos que hablar y aclarar muchas cosas, pero eso podría esperar.

— Sam tengo que irme a mi habitación a bañarme— dijo ella mientras yo  dejaba besos en su hombro, cuello y mandíbula.

— Te bañas aquí— le dije entre besos en su cuello

— No, Sam necesito irme antes de que alguien despierte— dijo ella tomando mis mejillas con sus manos para que la viera.

— Más tarde tú y yo tenemos que hablar— declaró haciéndose aún lado para levantarse de la cama y empezar a buscar su ropa, yo me senté en la punta de la cama y la jale para que se sentará a horcajada en mi, sin importarnos que todavía estábamos desnudas.

— Ya lo sé, y se que también por los momentos no podemos dejar que nos vean salir de la misma habitación, pero por lo menos bañate conmigo y ya, prometo que intentaré no hacer nada— le dije mientras dejaba besos en su hombro y acariciaba su espalda, su desnudez hacia cada vez más difícil que me concentrará.

— Esta bien, pero tú y yo sabemos que no sólo nos vamos a bañar— dijo ella entre risa.

— ¿Qué como es que me conoces?— le dije entre risa y la bese me levanté de la cama con ella colgada como Koala, y nos metí al baño, en definitiva ella y yo no sólo nos íbamos a bañar.