Labios Compartidos

28. Daniela Calle.

Poché.

A lo lejos escuchaba la ambulancia, mí cuerpo se había desconectado de mí mente solo sentía como me alejaban de ella y gente con uniforme se acercaron a ella la gente era esparcida por los policías era de noche y el frío calaba mis huesos pero no me importó solo podía ver cómo era montada en una ambulancia y yo llendo con ella de la mano.

...

— ¡Señorita! — salí de mí aturdimiento

— ¿Si? — pregunté a la enfermera.

— Necesitamos que llene la planilla de ingreso de la paciente — dijo muy amable.

— Permítame un momento por favor — ella asintió y se alejo.

Busque en mí teléfono el número de Juan Pablo y le marque.

— Hola preciosa ¿Cómo estás?.

Su voz sonaba preocupada.

— Juanpa Necesito que vengas a la clínica — mí voz salió entrecortada.

— ¿Sucedió algo? —

— Es Sa... Daniela — corregí.

— Lo sabes — afirmó

— Eso no importa ahora, tuvo un accidente— solté cortante.

— Ya mismo salgo para allá, dime en qué clínica están—

— Estamos en la clínica de Bogotá.

— Voy en camino.

Sin más colgué la llamada, tenía un remolino de emociones, la odiaba por haberme mentido pero tenía el corazón en las manos de la preocupación por saber su estado.

Luego de unos minutos llegó Juan Pablo Junto a los demás chicos y dos personas más, una señora y otra chica

— ¿Como está ella? — preguntó la señora.

— los doctores todavía no han dado noticias y ya llevan hora y media adentro — informe y todos reflejaban preocupación en su rostros.

— ¿Pero que sucedió? — preguntó Amalia

— Ella estaba afuera de mí edificio y cuando se dio la vuelta para cruzar la calle el carro la arrollo pero el auto no se detuvo — decidí que era mejor omitir nuestra discusión, no sabía hasta que punto estaban ellos informados.

— Mí hija no se puede morir, no ella — ella y la que supuse era su otra hija se abrazaron yo decidí alejarme un poco tenía que pensar mis emociones estaban revueltas.

Narrador.

Mientras Daniela luchaba por su vida en la camilla de un quirófano, en algún punto de la ciudad una cadena televisiva daba el comienzo de una guerra a sangre por sangre.

— Estamos recibiendo señal a tiempo real de un accidente donde se vio involucrada la hija del ex golfista y empresario Germán Calle, Daniela Calle al parecer fue atropellada a las afuera de un edificio en el centro de la ciudad, Calle fue llevada a la clínica. donde todavía no hay información de su estado —

—Quiero que estés al pendiente de ella si sobrevive mátala — Ordenó César, él era frío y calculador claro está que era difícil de creer que el siendo alguien firme y correcto fuera capaz de tales atrocidades por eso era perfecto para él, lo mantenía fuera del radar de la policía.

Antes de que unos de sus hombres saliera lo detuvo.

— Que sufra, sin piedad — sin más el hombre salió de su oficina, Daniela Calle moriría y su nombre iba a quedar destruido a estas altura ya la carpeta con toda las pruebas que la incriminan a ella y a sus amigos estaría llegando a las manos de el encargado de la investigación en el FBI por lo que sería llevada a Estados Unidos como plan B y moriría encerrada de por vida, su familia iba hacer destruida y su hermosa sobrina iba a estar a salvo de esa Bazofia.

Todo era un plan calculado de César Garzón pensando en posibles problemas pero sin subestimar la astucia de Calle, el sabía que ella podía ser un dolor en el culo.

Lejos de la oficina de Garzón, específicamente en un quirófano Calle luchaba por su vida se aferraba con uñas y dientes mientras los doctores combatían una hemorragia interna, las fracturas ya habían sido tratadas pero el riesgo seguía tenía una traumatismo Cráneo encefálico que no daba muchas posibilidades de vida.

...

Horas después a las a fuera de esa sala de operaciones los familiares de la paciente se encontraban consternados Daniela había logrado sobrevivir a la operación pero fue inducida al coma para que su cerebro pudiera sanar todo ahora de pendía del tiempo y de ella.

Poché.

No sabía cómo sentirme, estaba enojada con todo con todos mientras mí mente quería destruir todo hasta que no quedará nada mí corazón solo quería gritar y llorar hasta secarme sentía un dolor que me desgarraba el alma pero también sentía tanta rabia y enojo, ella no podía irse ella tenía que estar a mí lado peleando conmigo explicándome por qué hizo lo que hizo ella tenía que estar aquí conmigo besándome obligándome a mirar sus ojos no en una cama con su vida colgando de un hilo, ella no me podía castigar a no escuchar su voz aunque solo sea para pelear Daniela Calle no podía permitirse el lujo de dejarme sin su presencia.

— Abre los ojos, dime algo, alguna escusa — susurré a su cara ella estaba internada en la UCI y solo podían pasar haberla de a una sola persona con el equipo de bioseguridad.

— Te amo y apesar de todo te necesito conmigo, te necesito a mí lado Daniela Calle.

Geenssys Lam's.