Labios Compartidos

20. Todo se complica.

Sam/Calle.

A veces la vida parece estar a tu favor y parece que hay momentos en los que deseas tirar todo y salir corriendo por qué parece que la vida se gira en contra ti. Irónico es que solo seamos un momento, un instante en la historia, tu decides que tan importante llega a ser ese instante, que tan sobre saliente deseas ser, estoy muy segura que una persona con convicción, disciplina perseverancia y respeto puede lograr alcanzar cada una de su metas, mí papá siempre decía que los sueños no tienen por qué ser simplemente sueños si se pueden lograr con la cantidad suficiente de trabajo.

Trabaja como esclavo para vivir como rey.

Es acertado por eso es que desde pequeña siempre me involucraba en la empresa de mí padre, asistiendo a sus reuniones, el siempre tomaba en cuenta mi opinión y me guiaba a tomar buenas decisiones. Al contrario de mí hermana siempre me apasionaba y me apasiona la industria de los negocios y tratados, el saber llevar a las personas para conseguir un buen negocio y eso siempre lo supe al igual que mí papá y cuando el murió yo tomé la presidencia de Industrias Calle sin todavía haber terminado mí carrera de Administración de Empresas pero gracias a todo lo aprendido con mí padre, distintos cursos y con lo que llevaba de carrera logré posicionar a Industrias Calle cómo una de las más grandes Multinacionales de Colombia con más de 15 sedes en distintas ciudades del mundo, Los Angeles, Caracas, Londres, Madrid entre otras.

Ahora bien, siendo yo una persona muy reconocida no solo por la mala fama que aquellos bastardos le dieron a mí padre como estafador si no como una de las empresaria más jóvenes y exitosa del país, mí cara era reconocida en cualquier parte que fuera y los medios me tachaban de la mujer más intrigante y misteriosa del medio, entonces ¿Por qué me tuve que cruzar con la única mujer que no sabe nada de mí existencia? Y peor aún ¿Por qué mierda decidí mentirle y ocultar mí verdadero nombre? Pues eso era algo que Jaramillo, Amalia y Nela no paraban de reclamarme mientras Juan Pablo solo miraba desde una esquina.

— ¿Que coño hacemos ahora? — preguntó Nela.

— Bueno ya, creo que Daniela no necesita más regaños si no soluciones — Zurita se hacía presente por primera vez durante todo el sermón de los otros tres.

— El fiscal está en Colombia, es solo cuestión de darle muerte y terminar con esta mierda de una vez por todas — dije mientras caminaba al estante donde  guardaba las botellas de licor del despacho de la mansión Calle, el antiguo despacho de mí papá.

— ¿Estás consiente de que vas a causar mucho daño? — Preguntó Amalia mientras me servía un vaso de whisky.

— Estuve consiente de eso la primera vez que apreté un gatillo — contesté bebiendo de golpe todo el líquido del vaso sintiendo aquel ardor en mí garganta.

Ya no estaba para arrepentimientos, ese imbécil siempre fue mí objetivo principal al fin y al cabo los demás solo fueron simples peones en su juego contra los Calle.

Poché.

Unas horas antes...

— ¿Estuvo tan buena la fiesta como para que mí sobrina preferida no estuviera para recibirme?.

Y sí, Cesar Garzón se encontraba frente a mí con una espléndida sonrisa.

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— ¿César? — pregunté todavía no podía creer que mí tío estuviera aquí.

— El mismo que viste y calza — respondió con su característica sonrisa y su voz gruesa, al instante salí corriendo sin detenerme hasta estrellarme entre los brazos de mí tío.