Poché.
La tarde la había pasado con Pau y cuando llegaron los chicos pedimos pizza para comer mientras veríamos pelis luego me tocó empezar a vestirme para la cena y salir al bar donde nos reuniríamos todos según lo que Sam me avisó cuando la llamé para confirmar la asistencia de los chicos, y ahora unas horas más tarde me encontraba en una de las cenas más aburrida de mi corta vida.
- ¿Majo te pasa algo? - escuche la voz chillona de la hermana de Juancho, odiaba que me llamaran así y ella lo sabia, puse mi sonrisa más falsa y la mire.
- Si, estoy bien - mentira, no estaba bien estaba incomoda, el sr. Londoño no sabía otra cosa más que hablar sobre todo los lujos que poseía, su esposa no hablaba sólo se mantenía al margen, Juancho a cada segundo ponía su mano en mi muslo dejando caricias que me incomodaban y además no recuerdo jamás haberle dado la libertad para que me tocará así por lo que retiraba su mano pero en cuestión de segundo la volvía a colocar en el mismo lugar, su hermana era una adolescente al igual que Valentina pero a diferencia de mi hermana está es extremadamente odiosa y prepotente.
- ¿Hija enserio te sientes bien? no has tocado tu comida - preguntó mi mamá.
- Si, solo no tengo casi hambre - ella asintió, luego de un rato la cena terminó y todos pasaron al salón a conversar, la hora de irme había llegado así que yo me comencé a despedir de los invitado.
- Hija y ¿por qué no llevas a Juan con tus amigos? - propuso mi papá cuando me acerque a despedirme.
¡Perfecto! Gracias papá.
- Pa... - Juancho interrumpió mi protesta.
- A mi me encantaría, claro si a ti no te molesta - declaró. Eso no mejora mi suerte.
Mi mamá me miraba de forma comprensiva sabiendo que me tenían contra la espada y la pared.
En cambio mi papá tenía una mirada penetrante que me decía que no me atreviera a negarme.
- No... Hay problema puedes venir conmigo - trate de que no saliera lo más forzada posible terminando con una sonrisa algo incomoda.
- ¡Que bien! Entonces tengan cuidado y que se diviertan- dijo mi padre mientras nos terminábamos de despedir, estaba segura que esta sería una noche muy larga.
Calle/Sam.
Analizando mi situación. ¿En que momento me convertí en un ser tan impulsivo? Hace dos hora que estábamos en el bar donde nos íbamos a reunir todos después de tanto tiempo, todo marchaba bien al momento de los abrazos las bromas y risas bebidas iban y venían, Poché tenía unos minutos de retraso me había mandado un mensaje donde me decía que acababa de salir de la cena con su familia, lo que no contaba es que minutos después llegara de la mano con el tipo de la otra vez, luego de la presentación donde ella lo presentó como un amigo ambos se fueron a bailar y ella simplemente me lanzó una mirada de disculpa y continuó ignorandome por completo.
Ahora el punto es que ellos estaban hablando en nuestra mesa y yo estaba en la barra hablando con una chica hermosa pero mi atención la tenía la pequeña y sexy criatura del mechón platinado en su cabello, moría por quitarle la sonrisa de un guantazo al Idiota que estaba al lado de ella.
-... Pero me gusta lo que hago, ¿Qué tal tú? - escuche la voz de la castaña que tenía al frente.
- ¡Es estupendo! - ella soltó una risa.
- Hagamos las cosas más fácil - propuso y yo la vi confundida.
- Claramente no te intereso, pero veo que te estás muriendo de celos por la morena del mechón blanco así que te ayudo a que le pagues igual - propuso con una sonrisita.
- Yo no-
- Ay, no me vengas con que no estas celosa por que de lejos se nota, así que ven vamos a bailar.
Ella me tomo de las manos y nos fuimos a la pista de baile, la razón decía que era una mala idea, pero mi mente alcoholizada me decía que hacía lo correcto.
- Por cierto soy Juliana - susurró al momento de unir nuestros cuerpos al ritmo de Rauw y Bad Bunny.
No dije mi nombre por que muy probable que no nos volvamos a ver.
Juliana movía su cuerpo con sensualidad, su mirada era traviesa, esta claro que sabía lo que hacia. Se giró para quedar de espaldas a mi y mis manos cayeron en su cintura. Juro por lo que sea que solo fueron pequeños segundos donde mi mirada se posó en Poché y sentí la furia en sus ojos. Terror. Sentí terror y eso era mucho decir que yo podría sentir terror de ella. Pero su mirada me aniquilaba y para Juliana era hasta peor, pero luego llegó la diversión, me divertía saber que estaba sintiendo un poquito de lo que yo sentía.
Luego de varias canciones Juliana y yo nos fuimos a la barra donde una mujer algo rubia se acercó a nosotras con una sonrisa.
- Wao eran dinamita en la pista - comentó al momento de agarrar a Juli por la cintura y darle tremendo beso, yo estaba un poco pasmada y no interrumpí ya que vi como la otra le correspondía.
Luego de separarse ambas se giraron a mi.
- Ella es Abi mi novia - ¿Qué?.
No pude más y me empecé a reír, el nivel de alcohol en mi sistema tampoco ayudaba. Cuando logre calmarme las chicas me sonreían con malicia y capte la indirecta.
- Nop, lo siento bellezas pero no.
- Será solo una noche - comentó Abi.
- No lo cre..-
- ¿Es por la morena de allá? -preguntó Juli.
- Si y no, pero si les sirve puedo darles un beso de tres- ellas a sintieron con emoción.
Cuando me fui acercar a ellas sentí como me arrastraban lejos de ellas, me gire y vi una versión de Boo mal humorada jalar de mi brazo hasta las afuera del bar.
- Se puede saber ¿que mierda haces? - sentí como me soltaba y me miraba enojada.
- Hacer de que o que - dije sin entender, claramente estaba muy ebria y casi casi que me iba de lado.
- ¡Estabas apunto de darte un beso de tres con esas tipas! - nunca había visto a Poché tan alterada.
- Vaya el amiguito tuyo te dio libertad - solté con veneno.
- no me cambies el tema Rogers - dijo con los dientes apretados, su cuerpo estaba tenso.
Esto es el colmo de los colmos
- No, no me cambies el tema tu a mi, estabas risita y risita con tu supuesto amiguito y ahora bienes a montar una escena por un beso que claramente no pasó - solte alzando un poco la voz, el efecto del alcohol volvía doble mis emociones.
- Pero iba a pasar si yo no te detengo, según tu estamos intentando algo ¿no?.
- Y según tu íbamos a disfrutar esta salida juntas a pesar de venir acompañada y mira donde estamos.
Ella quedó en silencio y yo solo sonreí sin ganas empecé a caminar sin prestar atención a ella, la noche se había convertido en una verdadera mierda.
Gracias a la presencia del idiota
Geenssys Lams.
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Labios Compartidos
Fiksi PenggemarEl dolor y el rencor no están destinados para estar juntos son tan destructivos como una bomba nuclear, pero a veces la rabia y la sed de venganza nos hace querer destruir a quien más nos hizo daño sin saber que en el acto nos destruimos a nosotros...