24. Pasión, Amor, Adoración.

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Calle/Sam.

Sus besos, su cuerpo.

El paraíso perfecto para perderse y jamás ser encontrado, sus curvas eran la perfección, su piel tan suave era poesía, pérdida entre el movimiento de sus caderas, mojada entre sus aguas de arrecife, su voz como el canto de una sirena que te envuelve en un hechizo misterioso.

Sus besos eran como una poción mágica que te hace esclavo a sus deseos, nunca en mí vida he mirado a alguien con tanta adoración como mis ojos la ven a ella. Su cuerpo mí templo, ella es esa majestuosidad que te postra a sus pies y te obliga a su voluntad, el movimiento de cuerpo es cautivante, el mirar de sus ojos es hechizante, la dulzura de su voz es cautivante que te vuelve en su fanático, en su esclavo y te hace feliz con eso.

— Me tienes hechizada — susurró entré su cuello mientras mí cuerpo se mueve junto al de ella en un ritmo lento y sensual.

Puedo sentir su sensual sonrisa y su cuerpo estremecer al pasar mí mano por su espalda  desnuda.

— Y tu me vuelves loca — susurró antes de tomar mí rostro y besarme con vehemencia apresurando el paso de nuestros cuerpos.

Tenerla en mí regazo mientras mis manos se dedicaban a dirigir el movimiento de sus caderas era el cielo, su cuerpo y mí cuerpo entrelazado mientras nuestras bocas gimen una sobre la otra. Una locura total.

Ella se apartó un poco de mí mientras mis manos jugueteaban con sus pechos y su espalda se arqueaba pegando más su sexo al mío sin parar el movimiento de sus caderas.

— ¡Oh amor! — su cuerpo se comenzó a mover frenético cuando incluí al juego mis dedos, el sudor perlaba su cuerpo y el mío, las gotas de sudor bajaban por mí abdomen y sus manos se encargaban de regarlas con sus uñas y dedos, mí boca se deleitaba con sus seno derecho y de su boca no paraban de salir cantos gloriosos, para mí.

— ¡Si!, ¡Más rápido!.

La tome por la cintura y le di la vuelta en la cama para quedar encima de ella y moverme con un ritmo casi frenético encima de ella, estaba a punto de llegar y ella también.

— ¡Oh Si! ¡Amor! — sentí su cuerpo tensarse y correrse con fuerza provocando que yo también llegara al clímax.

Mí cuerpo se desplomó encima de ella, permanecimos en silencio mientras esperábamos que los espasmos de el orgasmo pasara solo se escuchaba el sonido de nuestras respiraciones aceleradas, me moví de encima de ella para quedar a su lado y sentir su cuerpo acurrucarse junto al mío.

— Estoy agotada— dije con una sonrisa y escuché su risita de niña traviesa.

— me encanta tu risa post orgásmica— me gire a su costado y ella igual.

— a mí me encantas tu. — me reí al escuchar su voz afónica era entendible teníamos toda la madrugada desde que llegamos a su departamento amándonos, ya no era solo deseo, era la necesidad de sentir su piel junto a la mía, sentirla mía, sentirme suya, sentir la pasión y el amor que juntas brotabamos.

— Estás Afónica — dije sonrisa de satisfacción.

— Y tú ronca, agradezco que me hayas sacado de la casa de mis padres.

— No eres muy silenciosa mí amor y tampoco quiero que lo seas.

ella dejo un corto beso en mis labios

— Estoy agotada y ya va amanecer — se acercó a mí pecho.

—Pues durmamos— le dije y sentí como poco su respiración se hacía más serena al igual que la mía.








Geenssys Lam's.

Primer capítulo del Año.
Un feliz año a todas bai.

Labios CompartidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora