Poché.
— ¿Gal Gadot o la Rosalía? — pregunté.
— ¡Uff! Sin pensarlo Gal Gadot amo a esa mujer.
— ¿Debo sentir celos?— ella sonrió.
— Quizás si, quizás no — yo la mire fingiendo estar ofendida.
— Eso no es justo. — ella río y me robó un beso.
— Ni por qué sea la mismísima Gal Gadot, quizás le proponga un trío pero ya — le dejé un golpe en el hombro.
— Auch- se empezó a reír.
Estábamos en un parque sentadas en una manta mientras el sol caía, había pasado una semana desde que entró a mi pent house y la golpee y habíamos decidido ir poco a poco.
— Gorda te estoy hablando — ella paso su mano por mí rostro.
— Lo siento ¿me decías?—
— Que si quieres ir por un helado— me preguntó con una dulce sonrisa.
— Me encantaría — ella se puso de pie y me ayudó a levantarme, ambas recogimos nuestras cosas y caminamos a una de las heladerías que estaban cerca.
Cuando entramos a la heladería ella se acercó al mostrador.
— Me das un helado de Chocolate con Vainilla y uno de Fresa con Chocolate — la mire con asombro por qué muy pocos sabían mí sabores favorito de helado.
— ¿Que? ¿No te gusta? — preguntó con preocupación.
— No, solo que..¿Cómo sabes que me gusta el chocolate con fresas? — ella sonrió con culpa.
— Digamos que recibí algo de ayuda — dijo con misterio, nuestro pedido fue entregado y ambas nos fuimos a sentar en una de las mesas del lugar.
De mí boca salió un gemido de satisfacción al probar mí helado ella no apartaba esa mirada avellana de mí.
— ¿Que? — pregunté un poco sonrojada por su mirada.
— Se mí novia — mis ojos se abrieron como plato.
— ¿Qué? — pregunté sorprendida.
— Eso Poché, se mí novia, regálame el placer de ser tu novia, se que mereces algo más romántico, pero sabes que no soy la más romántica, conmigo van los hechos y ¡Carajo! Ya no quiero darle más largas Poché ¿Que dices? ¿Quieres ser mí novia? — ella tenía una espléndida sonrisa y un brillo en sus ojos que siempre estaba cuando se trataba de mí.
Salí de mí asombro y rápidamente me levanté de mí silla y sin importarme los demás me senté en sus piernas y tomé su rostros entre mis manos y uní nuestros labios, ella me sujetaba de la cintura, me encantaba esa mujer y no podía negarlo y yo también estaba arta de darle largas al asunto.
— Eso... Es un ¿si?— preguntó con la respiración agitada luego de nuestro beso.
— Es un claro que quiero — ambas terminamos nuestros helados y salimos tomadas de la mano.
...
— No quiero que te vayas — le dije dándole besos en todo su rostro.
Estábamos en su coche frente a la mansión Garzón pues hoy me quedaría con mis padres, había pasado un día maravilloso al lado de mí novia y aún no me la creía, estaba sentada en su regazo en el asiento del conductor, tenía 30 minutos para despedirme de ella antes de que el portero salga a supervisar que hace el auto parqueado al frente de la mansión.
— Yo tampoco me quiero ir pero es necesario gorda, mañana nos vemos ¿si?— preguntó ella mientras dejaba besos en mis cuello.
— No hagas eso por qué entonces no te voy a dejar ir — dije mientras le daba más espacio para que besara mí cuello, ella tomo mis labios en un beso poco inocente mientras nuestras manos se volvían frenética en el cuerpo de la otra.
— Me calienta pensar en hacerte mia frente a tu casa y en mí coche — susurró en mí oído antes de morder el lóbulo de mí oreja.
Estaba a mil y no me hubiera detenido de no a ver sido por unos toques en la ventana del conductor. Mierda.
Rápidamente me pase al asiento del copiloto y Sam arregló su cabello y bajo el vidrio por suerte estos eran polarizados y el guardia no había visto nada.
— Buenas Noche Señorita — Sam le devolvió el saludo algo nerviosa.
— ¿Está esperando a alguien de la mansión? — preguntó Franco. El Guardia de turno.
— Tranquilo Franco ella viene conmigo— respondí el señor de barba y cabello canoso me divisó en el auto y su cara fue de sorpresa y una sonrisa amable.
— ¡Oh Señorita Maria José! ¡Buenas Noches! No la había visto, bueno disculpe la molestia entonces — dijo el señor dirigiéndonos una sonrisa a ambas y marchandose a su lugar de trabajo.
— ¿Crees que se haya dado cuenta de algo? — pregunté con duda.
— No lo creo los vidrios son oscuros y no estábamos haciendo nada malo — dijo ella con una sonrisa.
— Ahora sí ya tengo que entrar — le di un beso y ella me respondió acercándose un poco más a mí.
Termino con pequeños picos.
— hasta mañana preciosa — me despedí con una sonrisa saliendo del auto.
— Hasta mañana guapa mía — me regaló un guiño.
— Tuya — se lo devolví y entré, su auto desapareció de mí vista camine hasta la puerta y entré a mí casa que estaba a oscuras y era raro por qué tenía entendido que mamá y papá tenían visita, mire la hora y entendí todo.
Eran las 11: 45 PM .
Tan rápido había pasado el tiempo, entré a la sala y una figura me sorprendió y mí cuerpo se paralizó.
— ¿Estuvo tan buena la fiesta como para que mí sobrina preferida no estuviera para recibirme?.
Y sí, Cesar Garzón se encontraba frente a mí con una espléndida sonrisa.
Huele a peligro...😑😑😑
Geenssys Lam's.
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Labios Compartidos
FanfictionEl dolor y el rencor no están destinados para estar juntos son tan destructivos como una bomba nuclear, pero a veces la rabia y la sed de venganza nos hace querer destruir a quien más nos hizo daño sin saber que en el acto nos destruimos a nosotros...
