10. ¿Familia Garzón?

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Pov Poché.

Una vez escuche decir a mi padre que el mundo está lleno de dos clases de persona, el que dirige, y el que es dirigido, el que manda y el que acata órdenes, si, suena un poco egoísta, pero mi padre también dijo que así como el que da órdenes puedes estar arriba, y el que las recibe categóricamente abajo, todo puede cambiar de la noche a la mañana, y puedes pasar de recibir órdenes a darlas, y puedes pasar de darlas a recibirlas, el objetivo de todo este rollo es darte a entender que todo puede cambiar en un instante, podemos simplemente estar y al otro día no estar, subir y bajar, y aquí entra la parte cuerda de mi familia, Mi Mamá, ella dice que por esa razón tenemos que tener humildad, olvidar la soberbia y el prejuicio social, dar sin esperar nada a cambio, no sólo decirlo, si no mostrarlo en hechos, tender la mano al más necesitado y así contrarrestar un poco todo el mal que hay en  mundo, pero sobre todo en la sociedad.

Muchos dicen que Mi mamá sólo lo dice por que siente que le debe algo a la sociedad por tener dinero, cosa que ni va al caso, la familia Garzón trabajo desde hace muchos años para tener lo que tenemos, desde mi abuelo, hasta mi padre, teniendo como socios a mi abuelo materno y por ende a mi madre, y entre poco mi hermana y yo.

Y ahí es donde quiero llegar, se que toda las palabras anteriores sólo es la voz de mi conciencia divagando hasta llegar a un punto.

Desde pequeña mi papá dijo que yo sería su sucesora al momento de él retirarse, quedando al mando de Garzón Enterprise y desde ahí mi vida se basa en no decepcionar a Juan Carlos Garzón ni a Martha Guzmán, dejando aún lado lo que yo quiero, lo que me gusta.

Papá viene de una familia de empresarios que contó con una oveja negra, el tío Cesar José Garzón quien se dejó llevar por la rama de la justicia y ahora es uno de los mejores fiscales de la República retirado, actualmente se encarga de la parte legal de la empresa.

Cesar Garzón y Mercedes de Garzón son el matrimonio Garzón, mis abuelos, sus hijos son Cesar José Garzón, el mayor, Juan Carlos mi padre y Mercedes Garzón la única mujer entre los hermanos, y de ahí viene la descendencia de Mercedes quien tuvo un hijo, y de Juan Carlos, donde entramos Valentina y Yo, por algún motivo Cesar decidió nunca tener hijos, pues según él no estaba hecho para ser padre.

Pero mi tío es como un segundo padre para mi, y yo según sus palabras soy la hija que no tuvo.

Junto a Vale y Mauricio mi primo vamos a dirigir la empresa cuando nuestros padres se retiren.

Por eso estoy aquí reunida con papá su socio y el hijo de su socio, el motivo por el que mi papá solicitó urgentemente mi regreso a Colombia, por que el Señor Londoño y su hijo adelantaron su viaje y teníamos que estar los dos presente para cuando llegarán, y siendo sincera conmigo no estoy muy contenta con los resultados, por que luego de dejar a Sam en Italia cuando pise suelo Colombiano recibí un mensaje de papá diciendo que todo se volvió a atrasar para dentro de tres meses que podría seguir disfrutando de mi viaje, el cual ya para mi se había terminado.

El primer mes la comunicación con Samantha Rogers fue constante pero luego del segundo mes todo cambio, perdí mi teléfono, y entre el proyecto de la Universidad para graduarme y mi trabajo en la empresa no pude contactarme con ella.

***

La risa de los tres caballeros en la mesa me sacan de mis pensamientos, mi padre me había traído aquí sólo para llamar la atención del hijo de su socio, quien no miento es alguien total mi tipo, pero algo no me permitía disfrutar de su compañía y todavía no sabía que era.

Juan Luis Londoño es hijo de Luis Andrés Londoño, socio de papá, tiene 23 años es un hombre alto piel bronceada y músculos bien ejercitados, tiene tatuajes, cabello al estilo Christian Greys en la primera película, ojos café claro, cejas pobladas, labios finos pero con la forma perfecta, todo un galán.

—Y dime Poché, sé que te graduas en dos meses de arquitecta, ¿Como piensas ejercer tu carrera si ya tienes una como empresaria?— pregunto Juan Luis.

Los tres hombres me miraban expectantes ante mi respuesta.

—En realidad tengo planes de trabajar en Garzón Enterprise como arquitecta.— contesté segura de mi.

— Pero eso es mucho trabajo para una mujer— dicto Juan Luis, ¡oh por Dios! Todo lo guapo que tenía se desvaneció al aparecer su machismo.

— Siempre he pensado que la mujer tiene que estar en la casa con los hijos, esperando a su marido con la comida ya hecha y caliente— repulsión fue lo único que pude sentir al escuchar a el señor Londoño hablar así, vi que mi papá estaba un poco incómodo y molesto, sabía que él no apoyaba ese tipo de pensamiento, el cree que la mujer tiene los mismo derechos que un hombre, libertad de expresión, y eso me hacía estar muy orgullosa de él.

— Querido amigo déjame decirte que está vez no estoy de acuerdo contigo, pienso que las mujeres son muy capaces de hacer cualquier cosa, hasta creo que pueden trabajar diez veces mejor que un hombre bajo presión, son capaces de cuidar de sus hijos, de su casa, de su trabajo y de su esposo, nosotros sólo estamos hechos para ser sus compañeros, no su complemento, ante de que nosotros los hombres llegáramos a sus vidas ellas ya estaban completas y pueden valerse por si solas — no lo pude evitar y una gran sonrisa se plantó en mi rostro y tome la mano de mi padre y le di un apretoncito, él la levantó y dejó un beso en el torso de mi mano.

El señor Londoño hizo una mueca y trató de aflojarse un poco la corbata, claramente incómodo.

— Claramente son punto de vistas diferentes y te lo respeto Juan Carlos, pero yo pienso que el mundo de los negocios no es mundo de mujer—  habló firme y miró a su hijo quien sólo estaba entretenido en su teléfono. Mi papá carraspeo la garganta y fingió una sonrisa.

— Es mejor dejar este tema, nunca vamos a coincidir, mejor dime ¿que te parece si tu familia y la mía se unen este domingo en mi casa para una parrillada?— pregunta mi padre con una gran sonrisa.

— Maravilloso, así convivimos la familia Garzón y la familia Londoño, el domingo en tu casa— responde el señor Luis emocionado.

— Entonces caballeros si me disculpan mi hija y yo nos tenemos que retirar— dice mi padre, ellos proceden a despedirse y yo lo hago políticamente tratando de que no se notará mi incomodidad.

La familia Garzón más Londoño resultado, desastre total.

Twitter: @GnesisLamas1
Instagram: geenssys_04

Geenssys Lam's.
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