Labios Compartidos

34. Agonía.

Un año atrás.

(Clínica de Bogotá)

Las horas eran cruciales para la castaña que se encontraba en aquella habitación claramente se debatía entre la vida y la muerte pero también si vivía tendría que pagar por cada una de sus decisiones y acciones tomadas en estos últimos años.

— Necesitamos sacarla de aquí — Amalia estaba desesperada en la habitación del hospital.

— ¿Cómo la vamos a sacar Amalia? no vez en el estado en el que se encuentra — Nela daba vueltas en toda la habitación los amigos de Calle estaban en la habitación buscando una forma de proteger a su amiga.

De repente la puerta fue abierta y cerrada rápidamente, Jaramillo había entrado a la habitación como alma que se lleva el diablo.

— Malas noticias, la policía tiene pruebas contra nosotros y Daniela y no tardan de llegar con orden de captura para todos — todos en la habitación quedaron en shock por un momento hasta que escucharon un alboroto afuera en la habitación, rápidamente salieron hasta el otro lado del pasillo hacía las escaleras directo a las oficinas del director de la clínica, era arriesgar o morir, existía la posibilidad de que César Garzón mandara a alguien a terminar de matar a Daniela y no podían esperar a que eso sucediera.

Cuando entraron en la oficina del director de la clínica no habían pensado en que fuera alguien conocido.

— ¿Doctor Andrades?—
— ¿Papá? — se escuchó al unísono.

— Amalia que haces aquí — pregunta el hombre algo canoso.

— La pregunta aquí es ¿Qué haces tu aquí? necesitamos hablar con el director de la clínica—

— Pues yo soy el director de la Clínica — el hombre mayor procedió a sentarse en su asiento detrás de su escritorio.

— Papá Dani está ingresada aquí — rápidamente Amalia se sienta frente al escritorio.

— Necesitamos sacarla de aquí rápidamente — Juanpa quien se había mantenido callado habla nervios pues se podía escuchar algo de revuelo que había abajo.

— Tengo entendido que su estado es crítico — el señor Andrades demostraba una calma que ninguno de los cuatro cuerpos restantes en la habitación tenía.

— Papá es algo rápido, Daniela está en peligro alguien le quiere hacer daño, la policía la quiere encarcelar y a nosotros también solo necesitamos sacar a Dani sin que nadie se de cuenta — el hombre mostró gran preocupación por su hija y sus amigos.

— ¿Quieres que ponga en riesgo mí puesto?— en la habitación se hizo gran silencio donde un suspiro termino con la tensión.

— Que sugieres — todos soltaron el aire que tenían retenido.

— Primero debes hacerte cargo de su caso declarar su muerte y seguramente le asignen un custodio por lo que cuando se haga el cambio de guardia la sacaríamos de aquí a otra habitación hasta que podamos hacer un traslado.

El hombre quedo en silencio, analizando todo el plan hasta que hablo.

— Es un muy buen plan pero hay un montón de incongruencias en ese plan ¿Cómo haríamos con su cuerpo? Cuando retiren su supuesto cadáver.

— Mafe es quien tiene que hacer todos esos trámites y ella está al tanto por lo que todo se haría tal cual a una muerte solo que no habría cuerpo que sepultar — el hombre asintió en silencio pero en cuestiones de segundos se empezaron a escuchar pasos apresurados en el pasillo de las oficina.

— Rápido, tienen que irse usen mí ascensor personal y bajan al estacionamiento — rápidamente todos fueron a la caja metálica.

Y solo en cuestión de segundos la puerta de la oficina fue abierta.