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Apenas se pudo, Sam voló a Nueva York para arreglar los últimos detalles de la fiesta de año nuevo, por mi parte acabo de regresar al trabajo hoy, llegué ayer y obviamente invité a Brie y a Sarah para saludarnos y entregarnos regalos de navidad.

Sam insistió en invitarlas también a la fiesta de año nuevo, y qué mejor que codearse con los más prestigiosos en nuestro rubro.

Por otro lado mi familia juró venir para las próximas vacaciones de Lizzie que serán en un par de meses.

Corrí para llegar a tiempo, iba algo atrasada.

Me sentía contenta de volver al trabajo.

— Dijo nadie, nunca jamás, en su vida.

Pero bueno, yo sí, aunque no sé qué tan contentas estén algunas de que regrese al trabajo.

— Buenos días — Alcé mi voz intentando abrir la puerta con las manos ocupadas. Ese es sólo un mal hábito mío, ya lo conoces, cargar el teléfono con una mano y un café con otra. Las personas me saludaron y rápidamente volvieron a lo suyo. Varias personas caminando rápido, todos estaban estresados, la fiesta era mañana.

— Hola, chica. Tienes un admirador secreto, te han dejado un ramo de flores y un regalo. — Chelsea sonrió burlona. Llegué a mi despacho y en él había un gran ramo de flores y una cajita envuelta en papel de regalo. Yo sólo rezaba que no haya visto la tarjeta, porque todos los regalos de este estilo deberían tener una, ¿no?

Esta era la excepción.

El ramo tenía una combinación de Flor de la pasión, lirios y una rosa blanca en el medio, la persona que me lo regaló me conoce muy bien porque esas son mis flores favoritas, no creo que haya sido ni uno de los chicos.

Busqué y busqué pero efectivamente no tenía tarjeta. Suspiré con intriga y con sumo cuidado abrí la pequeña cajita, sonreí inconscientemente.

Dentro de ella había un tequila de selección, también había una nota. No hace falta ser adivino para saber el remitente:

"Por tu perfume, asumí que estas eran tus flores favoritas. ¿Qué? ¿Te sorprende que sepa sobre flores?

Espero que hayas tenido unas lindas fiestas y que este nuevo año sólo te traiga cosas buenas, o sea a mí.
Ya, otras más también.

Por muchas más propuestas de matrimonio, algunas rabietas inocentes que te haré pasar y muchos más karaokes de tequila,

León Wright."

Increíble. Estuve en las nubes toda la mañana pensando en él, en esa noche que reí como nunca.

En pensamientos y trabajo se me fue el día, apenas vi a Sam hoy, es entendible por todo el trabajo de la fiesta, incluso tuve que dejar mis labores para ayudar.

Cuando llegué a casa hablé con Pedro alrededor de una hora, solamente para saber cómo estábamos, qué habíamos hecho y lo mucho que nos extrañábamos.

Rápidamente intenté dormir porque estaba física y emocionalmente agotada.

Un día más pasó en un suspiro.

Tres Clavos Sacan Otro Clavo [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora