-21- Ocupar su lugar

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Charlie

Desde que Seviathan me dejó en el altar, nada me parece divertido, dejé de salir de mi habitación, lloro por las noches, mamá está preocupada. Ya pasaron 2 meses desde entonces. El tiempo pasa rápido cuando te deprimes.

Tn intentó sacarme a la fuerza, incluso hizo un camino de dulces hasta el pasillo, cuando éramos niñas papá solía hacerlos para divertirnos, naturalmente ya no funciona. Y para agravar mi situación, hay una guerra entre cielo e infierno, todos están muy ocupados para detenerse a llorar conmigo.

Pero hoy decidí ver como mi hermana pequeña se prepara para salir al campo de batalla, ella y Alastor son bastante buenos matando ángeles.

-"querida, donde está mi cetro?"-le preguntaba Alastor mientras buscaba por la habitación-.

-"en el armario!"-contestó ella-.

-"que hace mi cetro en el armario?"-.

-"no lo sé, dijo que le gustaba estar ahí, y lo dejé quedarse ahí porque me perturba que hable"-.

-"cuando me ayudaste a invocarlo, dijiste que no pasaría nada raro"-le recalcó, ninguno se había dado cuenta de mi presencia observando desde la puerta entre abierta-.

-"raro en el sentido en que no saldría una rama de apio o algún vegetal raro y feo, no creí que saldría un micrófono parlante"-se justificó ella-.

El solo rió y se dirigió a ella, que estaba de espaldas a mi, mirando la ventana, Alastor la abrazó por la cintura y besó su frente sin dejar de sonreír.

Acaso ellos..? Son algo? Y jamás me enteré!? Es mi hermana! Yo debía saberlo, debió contarme.

-"la siguiente vez que ese cetro me hable, me aseguraré de esconderlo mejor"-habló mi hermana-.

-"y yo me aseguraré de encontrarlo, de todas maneras puedo hacerlo aparecer en mis manos"-Alastor recargó su cabeza sobre la de ella-.

La larma de ataque de ángeles sonó por el castillo, rompiendo ese momento de tranquilidad, ambos se separaron y salieron de la habitación, me escondí en el pasillo, por suerte ignoraron que estaba ahí, aquella alarma era mas importante al parecer.

Tn

-"Al! A tu izquierda"-advertí asegurando que volteara y destrozara al ángel que venía por el-.

Lo hizo, la sangre del ángel salpicó mi brazo, sentí ligeras quemaduras, pero no me preocupé por eso, tenía dos ángeles sujetando mi cuello de los cuales debía ocuparme. Desde que Alastor me corteja, las batallas contra estos santos engreídos y la depresión de Charlie son mi menor preocupación.

-"cielo, dejas que te ayude con eso, o prefieres hacerlo tu"-sugirió Al con una sonrisa tierna-.

-"puedo yo sola, gracias!"-le sonreí, los ángeles se confundieron, y sin previo aviso decapité sus cabezas con fuego infernal-.

Sus cuerpos cayeron frente a mi, estiré mis brazos y acomodé mi ropa, Al limpió con un pañuelo su cetro, desde que le enseñé a invocarlo, esa cosa no deja de hablar, es como un mini Al, pues ambos ríen cuando matan a alguien, y es el único además de mi que ríe con sus chistes malos.

-"aún vienen mas, es buen momento para arreglar un cita contigo?"-aludió Al con tranquilidad-.

-"solo si dejas de insistir en decirle sobre...lo nuestro a mis padres"-le sonreí y desenvainé la espada que mamá me regaló en navidad-.

Tres ángeles bajaron volando y apuntando con sus espadas, incluso gritaban como locos.

-"querida, es lo correcto, insisto en pedir tu cortejo yo mismo"-siguió hablando mientras se colocaba frente a mi, dando la espalda a los ángeles-.

Mi Guardián de Rojo (Alastorxtn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora