-25- Cassiel....pt.1

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Siglo XVIII

Caminaba por los pasillos del palacio, jugando a no pisar las líneas de la elegante alfombra, como casi todo el tiempo. Miré las enormes ventanas que ofrecían una gran vista hacia el patio interno del palacio.

-"como puede ser tan ridícula?"-me pregunté en voz alta al ver a mi hermana con su novio imbécil-.

Seguí caminando, mamá está ocupada, papá debería estar libre a esta hora. Llegué a su oficina, arreglé mi vestido y estando a punto de tocar la puerta, escuché quejas de alguien que se acercaba del lado derecho del pasillo.

-"es una exageración...no debería estar aquí..."-hablaba la voz masculina-.

-"disculpa? El círculo de las almas en pena está tres pisos abajo"-avisé a quien fuera que se acercaba-.

Las quejas se detuvieron, y del pasillo salió un joven ángel de aspecto frío, que sostenía un manojo de documentos en las manos.

-"oh...un ángel..."-solté con impresión de su elegancia y sus alas enormes-.

-"es la oficina de Lucifer?"-señaló las puertas frente a mi-.

-"si, vienes a verlo?"-pasé mis manos a mi espalda y traté de sonar amable-.

-"soy el nuevo mensajero, al menos lo seré algunas semanas"-se anunció con incorformidad-.

-"mucho gusto, soy Tn Magne"-le extendí mi mano con cortesía-.

-"princesa del infierno, soy Cassiel, hijo del arcángel amenadiel, el gusto es mío"-hizo una pequeña reverencia y aceptó estrechar nuestras manos-.

Las puertas de la oficina se abrieron, dejando caer a un demonio semi desmembrado frente nuestro, el ángel y yo lo miramos unos segundos y volteamos  al interior de la oficina.

-"esto es normal? O solo ocurre cuando se molesta"-Cassiel señaló al demonio-.

-"créeme, es tan normal que siempre tengo un pañuelo cerca"-busqué donde había dejando mi pañuelo, pues como siempre, mi ropa estaba manchada de sangre-.

Entonces, recordé que lo había dejando en el cuarto de Charlie hace unas horas, me rendí de buscar y miré al frente con pena, mala primera impresión.

-"se nota que siempre tienes uno cerca, princesa"-su voz era tan fría y con una mezcla de burla, de su bolsillo sacó un pañuelo blanco, y me lo ofreció-.

-"gracias, te lo devolveré"-tome el pañuelo mientras sentía en mis mejillas un ligero calor de vergüenza-.

Me miró por última vez y entramos con serenidad a la oficina, el se presentó ante mi padre y ahí pude admirarlo más detalladamente. Era apuesto, bien vestido y con un semblante frío y orgulloso, su camisa blanca y pantalones negros le hacían ver elegante.

-"ah! Cuernitos, si deseas hablar conmigo, espera afuera hasta que termine con este ángel"-habló mi padre, sacándome de mirar al ángel-.

Asentí y salí de la oficina, al cerrar las puertas evité pisar al demonio que seguía en el suelo y recargué mi espalda en uno de los muros del pasillo, ahí usé el pañuelo y limpié como pude la mancha de sangre.

Algo había en ese ángel, que me llamaba la atención, su voz fría y serena, la mirada fría que tenía, debía admitir que era atractivo, bastante...

-"pero que!? Mierda"-golpee mi cabeza con la pared, mi rostro volvió a arder-.

Volví a mirar por la ventana al patio, desde ahí pude ver una esfera blanca caer del pentagrama, cuando el humo de dispersó, reconocí al tío Gabriel.

Mi Guardián de Rojo (Alastorxtn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora