La cabeza me daba vueltas, estaba mareada y los oídos me pintaban. Mi cuerpo se sacudía, no como si estuviera temblando sino como si hubiese un terremoto. Abrí los ojos mínimamente pero todo estaba borroso, alguien había delante de mí, estaba gritando, decía algo como: ¡Eietaa! Entonces fruncí el ceño tratando de concentrarme en lo que me decía. Una sacudida volvió a zarandear la casa y supe en ese momento que no me lo había imaginado y que algo andaba mal. Entonces volvió a gritar y esta vez lo pude oír claramente: ¡Despierta! —aclaré mi vista. Era Mike, y su cara de angustia aumentaba mi temor. Entonces recordé la alucinación "...no tardaremos en llegar."
— ¿Qué ha pasado?
— Están aquí, tal y como dijiste, están intentando traspasar la barrera.
— ¿¡Qué?! —exclamé— Pero no pueden hacerlo, es imposible, estamos seguros aquí —dije las palabras intentando convencerme a mí misma pero, algo me decía que no eran ciertas. Amaia estaba ahí fuera y yo era su principal objetivo. Mike me miraba esperanzado intentando creer en mis palabras y suspiro de alivio.
Pero yo estaba igual de tensa, unos recuerdos invadieron mi mente, estaba en la clínica y me daban golpes sin parar por todo el cuerpo, después el pitido de la cabeza y después el electrocutamiento. Pensé en todo ello y me pregunté a mi misma que era peor que aquello— Sí habíamos resistido a eso, ¿qué otra cosa más podían hacer? —recordé entonces la cara de sorpresa y de miedo que tenía Amaia sobre mí, sabía que yo podía vencerla y aun así estaba ahí fuera intentando atravesar una barrera infranqueable, cosa que me resultaba espeluznante. Sea lo sea lo que tramaba no lo podríamos superar.
De repente Cysa apareció por la puerta de la habitación, y me percaté entonces de que estaba en su despacho.
— Menos mal —dijo ella suspirando de Alivio— vamos a necesitarte. Ya he ocultado a Lenny. Pero necesito que los demás luchen.
— ¿Qué quieres que haga?
— Necesito que reúnas a todos y les digas que salgan ahí fuera y que hagan todo lo posible porque resista la barrera. No creo que puedan atravesarla pero hemos de tener precaución.
— ¿Por qué yo?
— Porque tú has sufrido por ellos más que todos y el miedo contra eso les ayudará a luchar por sus vidas. Lo intentado yo pero no hacen más que esconderse.
— Está bien.
Salimos de ahí Mike y yo. La casa se sacudía por lo que una de las veces tuve que ayudarme de la pared para no caerme. Mike me sujetó y fuimos recorriendo la casa buscando a los demás, entonces me acordé de Dani.
— Mike, busca a los que quedan tú solo, ahora vuelvo, nos vemos en el salón.
— ¿Adónde vas?
— A por Dani —bajé las escaleras temerosa y cogiéndome de la barandilla.
— Ayla —dijo Mirella desde atrás, la chica que gótica que controlaba el tiempo— ¿Qué está pas...?—entonces otra fuerte sacudida hizo que Mirella se desequilibrara y cayera por las escaleras.
— ¡Mirella! —grité. Ella se incorporó consciente con una mueca de dolor, corrí a socorrerla y la ayudé a levantarse— ¿Estás bien?
— Me he torcido el tobillo —dijo ella.
— Te llevaré a la enfermería —tras dejarla allí me dirigí hacia la biblioteca, habían libros por los suelos debido a las sacudidas. Pasé esquivándolos y fui hacia la puerta secreta que semanas antes Mike y yo habíamos descubierto. Abrí la puerta del ascensor y presioné el botón. Tras bajar salí corriendo de allí y giré en varios pasillos, me encontré con un guardia.
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AYLA ©
Science FictionVivir en un lugar nuevo significa muchos cambios. Nuevo pueblo, nuevos amigos, nuevo instituto...lo que no esperaba Ayla, era enfrentarse a algo que cambiara completamente su vida hasta convertirla en un infierno. Pesadillas, mareos, cosas sobrenatu...