MIKE
Ayla chillaba mientras una barra de hierro apretaba su cuello y la mantenía pegada en la pared flotando en el aire. La otra Ayla sonreía victoriosa viendo como apresaba a su víctima. Entonces la dejó caer en el suelo y ella intentó levantarse pero la barra de metal flotó en el aire y la golpeó tirándola de nuevo al suelo.
Mientras, yo trataba de quitarme de encima a mi otro yo. La pistola se encontraba justo a un palmo de mí, pero él no paraba de golpearme en la cara, en el pecho, en todas partes. Intenté concentrarme en la pistola y hacer que viniera sola a mí mano pero él se adelantó y lo hizo por sí mismo. Cogió la pistola y me apuntó a la cabeza. Estaba perdido y Ayla no estaba mucho mejor, estaba magullada e incapaz de moverse y la otra Ayla sostenía un hierro entre sus manos para golpearla en la cabeza.
Miré a mi contrincante a los ojos y de repente parpadeó, desapareció y volvió a aparecer delante mía como si hubiera una interferencia. Entonces lo comprendí, hasta ahora no lo entendía, pensaba que eran robots pero era prácticamente imposible por lo menos en tan poco tiempo.
— No eres real —susurré mirándolo a los ojos. El otro yo cambió su expresión y bajó la retaguardia— ¡No eres real! —grité. Entonces él disparó y la bala salió de la pistola directa a mi frente, por un momento pensé que era mi fin pero entonces la bala desapareció y después ella.
Me quedé sorprendido sin poder moverme, la adrenalina y el miedo continuaba en mi cuerpo impidiéndome actuar. Pero entonces, observé a Ayla que miraba a un punto muerto en algún lugar.
— ¡Ayla! ¡Es una ilusión! —chillé pero ella parecía no entenderme— ¡Ayla, no es real! —grité mirándole a los ojos. Entonces ella se dio cuenta y miró concentrada a algún punto en concreto, después puso cara de alivio, había desaparecido.
Ella estaba tirada en el suelo apoyando su cabeza contra la pared, tenía un moratón en el cuello, me arrastré por el suelo, ya que era incapaz de levantarme, me acerqué a ella y le abracé. Ella se puso a llorar y sus lágrimas cayeron en mi hombro.
— Ya está —dije— No pasa nada estamos a salvo —ella asintió. Entonces me senté a su lado unos segundos intentando recuperarme. Pero caí en cuenta de algo— Paula, está ahí fuera, están todos ahí. Ellos no lo saben ¡Joder! ¡Ayla tenemos que levantarnos!
— Eric...—dijo casi sin voz— está herido.
Nos levantamos como pudimos y nos ayudamos el uno al otro a mantenernos en pie. Llegamos como pudimos al exterior, la imagen era desoladora, todos yacían en el suelo peleándose contra fuerzas imaginarias, luchaban sin descanso contra ello y en sus caras se podía ver la desesperación, miles de cortes y de golpes aparecían sin más en sus cuerpos como si una fuerza extraña los estuviera haciendo.
Entonces Ayla se desplomó, mirando horrorizada a algún punto. Miré hacia allí y Eric, estaba tirado en el suelo, estaba pálido y no se movía, su camiseta blanca estaba llena de sangre. Ayla corrió hacia él y yo me detuve buscando a Paula, no la encontraba.
— ¡Chicos! ¡No es real! —grité— ¡Es una ilusión! ¡No está ahí! — pero nadie me hacía caso. Me puse a pensar en una solución pero no encontraba ninguna y la situación cada vez iba a peor. Entonces me concentré y pude verlos, Natasha estaba tirada en el suelo chillando de dolor y arrancándose mechones de pelo mientras la otra sonreía de pie a su lado sin inmutarse. Olga su hermana se encontraba a su lado y estaba roja, literalmente, la otra la miraba frunciendo el ceño y extendiendo sus manos hacia ella. Sabía que Olga podía controlar la temperatura pero no imaginaba que pudiese controlar la temperatura corporal. Miré hacia otro lado y la cosa no iba mejor, Juan estaba electrocutado en el suelo mientras su novia Lydia tenía un cuchillo en el cuello. A Fernando le estaba despareciendo el brazo poco a poco y Peter estaba recibiendo una paliza brutal. No sabía qué hacer, me sentía impotente y Paula seguía sin aparecer.

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AYLA ©
Fiksi IlmiahVivir en un lugar nuevo significa muchos cambios. Nuevo pueblo, nuevos amigos, nuevo instituto...lo que no esperaba Ayla, era enfrentarse a algo que cambiara completamente su vida hasta convertirla en un infierno. Pesadillas, mareos, cosas sobrenatu...