TÚ vs YO

El juego de Van

ELLA...

—te digo que a nadie le gusta la ensalada de col— insiste Alex
—que a ti no te guste no quiere decir que a los demás no les tenga que gustar—
—pues a Ronnie tampoco le gusta ¿verdad Ronn?—
—a mi me gusta—
—la traición hermano...la traición—le reprocha negando lentamente viéndolo con los ojos entrecerrados
Agarro una caja de galletas de avena y las arrojo al carrito de sus compras, sigue mirándonos con la misma expresión tonta y así se aleja del pasillo para seguir surtiéndose de porquerías

—es como si viniera con un niño cada vez que me acompaña hacer las compras—
—o sea que está no es la primera vez que hacen las compras juntos?—
—la ultima vez Nicky nos obligó a venir, se la pasó coqueteando con cada chica que se topó en los pasillos—bromee
—típico de él, es su juego favorita de diversión—sonríe viendo como su amigo echaba más juguitos de bolsa al carrito

Ronnie se adelanta con mi carrito y yo me quedo atrás viéndolos a los dos preguntándome si Alex ya le habra dicho lo nuestro....me intriga saber que estará pensando de mi, si podía guardar el secreto o si solo era mi paranoia por no querer que mas personas se enteren

—huyyy estás me gustan...hey echa estas ahí— le grita a Alex lanzándole una caja de galletas de avena con arándanos
—estas ni siquiera tiene azúcar, no seas marica— protesta desde el final del pasillo
—tú échalas y cierra el pico—
—marica— volve a decirle haciendo reír a dos chicas que estaban cerca de él

Si la vez que Alex y yo vinimos solos él prácticamente capturó la tensión de todas las mujeres en la tienda, ahora que nos acompaña Ronnie el resultado es el doble de llamativo, no es que esté celosa de que los miren pero hay mujeres como por ejemplo las dos chicas que le sonríen como retrasadas mentales que no muestran ni tantita vergüenza, se los están tragando con los ojos, a Ronnie por el cuerpo y a Alex...bueno a Alex por todo en él en general...

—¿creen que estas le gusten a Cassie?— nos pregunta mostrándonos dos tipos de malteadas diferentes
Ahora entendía porque estaba surtiendo el carrito con tantas golosinas y comida chatarra repletas de azúcar

—SI— le respondimos los dos
—no pensarás alimentar a esa niña con pura azúcar ¿o si?—pregunta Ronnie
—emmm nooo— vacila viéndose muy infantil y por ende tierno, pero no soy la única que lo nota porque la dos chicas también sonríen, ahora estaban demasiado cerca de él como para ofrecerle su ayuda para elegir los sabores más ricos de las malteadas.

—típico, uno viene hacer las compras tranquila y terminan acosando en los pasillos por clientes urgirás de atención—reniego al ver a las dos empalagosas de risita falsa
—yo solo veo a dos amables señoritas ofreciendo su ayuda a un comprador indeciso—
—¿amables?...yo más bien diría zorras, anda saquemos a romeo del pasillo de acoso sexual—
Jale el carrito acercándonos a las dos chicas que coqueteaban con él cabrón que hace unas horas me repitió que le gusto.

—sobre mi cadaver le darás a Cassie todo eso, deja de quitarle el tiempo a las señoritas que ellas también quieren hacer sus compras—le arrebato la malteada mirando a los tres como si pudiera incinerarlos con vista de rayos láser
—¿quien...yo?...pero si yo no les estoy haciendo nada Van Helsing—
—Oh no no...— comienzan a decir ellas
—disculpen es que intentamos que deje de consumir tanta azúcar—excusa Ronnie al ver que yo las estaba fulminando
—porque mejor no dejas que nosotros surtamos la despensa en lo que tú va a surtir la reserva de condones, se nos terminaron esta mañana recuérdalo— Ronnie hizo lo posible por no soltar la risa, al igual que una de más chicas mientras la otra me repasa de pies a cabeza.