Estilo broadway

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ÉL

El empleado del valet se acerca tratando que el nerviosismo no sea demasiado obvio—tarde, para su mala suerte estoy al pendiente de todo— le brilla la frente sudorosa y traga grueso al inhalar el perfume de la atractiva mujer a mi derecha.

—he escuchado mucho sobre él pero me temo que aún no tengo el gusto.

Nicol ha impresionado al Sr. Evans no solo con su indiscutible belleza, sino con el talento nato que tiene de influir en las personas con su facilidad para hablar sobre cualquier asunto legal que se le solicite.

—que suerte tiene Jhonatan—bromea el hombre—egresados tan preparados como ustedes, es lo que todas las grandes firmas de la ciudad necesitan.

La sonrisa cuidadosamente elegante de Nicol embelesa al valet Parkin y termina de echarse a la bolsa al hombre de traje italiano que no deja de mirarla con respeto.

—no somos más que personas que intentan hacer su parte en la sociedad Sr. Evans—se acomoda el cabello que se le ha soltado por el viento—pero admito que a mi, desde pequeña me ha fascinado el calor de un buen debates, los alegatos o cualquier cosa que me otorgue tener la razón.

El hombre sonríe apremiando el nivel de cinismo y confianza de mi amiga.

—ya saben lo que dicen— intervengo—un abogado no se mide solo por sus logros, sino por el nivel de confianza y ambición que demuestre en la corte.
—en efecto.

El hombre se ve más tranquilo ahora que cuando recién llego al restaurante. Ni siquiera parece importarle que estén tardando en traernos los autos. No parece querer que termine esta reunión que gracias a dios ha ido de maravilla.

—imagino que deben lloverles las ofertas laborales.
—yo no diría eso—niego con falsa modestia—aunque en el caso de la Srita. Van Helen, si hubo múltiples ofertas interesantes.
—no seas modesto—adula

Atraigo la atención del empleado cuando Nicol desliza su mano por mi espalda, no de forma lasciva, sino con apremio. Gesto poco común en ella.

—ya veo que su lealtad está con los Jenkins.
—soy admiradora de los Jenkins—confirma—pero mi lealtad ha estado y estará siempre, sólo con este hombre.

¡Oh si! Traer a Nicol al almuerzo fue lo mejor que se me pudo haber ocurrido. No sólo es una atractiva fuente de distracción y persuasión, sino que le bastaron 20 minutos de camino para entender el contexto de la reunió, estando a tope con el asunto.

—señor, sus llaves.
Nos interrumpe el chico del Valet entregándole las llaves al hombre de pelo cano y semblante tranquilo, pero no menos imponente.

—le agradezco que aceptara mi invitación de último momento Sr. Jenkins.
Estrecho su mano más tranquilo de ver que la reunión no fue un completo desastre como me temía esta mañana cuando lo vi llegar y poner esa mala cara cuando nos vio. No lo culpo, Nicol y yo nos vemos demasiado jóvenes para tener el peso de toda una firma a cuestas.

—al contrario Sr. Evans, la gratitud es mía, por darme la oportunidad. Le aseguro que no se arrepentirá de haber confiado en nosotros.
—conozco a tú padre desde hace muchos años, lo he visto hacer pedazos a muchos de mis colegas, pero nunca me había visto en al necesidad de solicitar sus servicios. Admito que me preocupe cuando se me informó que esta planeando retirarse para dejar a su sucesor a cargo de todo sus clientes.

TÚ vs YODonde viven las historias. Descúbrelo ahora