Dakota

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ÉL

Solo una cosa puedo rescatar del fiasco organizado por Jhonatan. Su necedad. Ese empeño de aparentar frente a sus conocidos la "buena" relación que —No—tenemos, me dio la ventajosa oportunidad de acércame a la heredera de los Wilkins sin el menor de los esfuerzos.

La tengo aquí, frente a mi, con toda la atención puesta en lo que sale de mi boca.
Es hermosa, elocuente y sofisticada.... Es una lástima que no me tiente lo suficiente.
No se le despega su amiga, una morena ardiente a quien probablemente sus padres planean cazar con un político o empresario importante para asegurarle un buen fututo económico, ya que no me da la impresión de que sea tan ambiciosa o lista como su amiga.

—la semana pasada tuve que arrastrarla a San Diego—sigue con su anécdota— si por ella fuera, jamás vería la luz del sol.

La heredera le resta importancia de forma sutil detrás de la copa que se lleva a los labios.

—ver a una loca gritar sobre el escenario no es precisamente una de mis prioridades.

La morena ahoga un grito ofendida sobre actuando, gesto que de nuevo le arranca otra mueca a su amiga.

—retráctate perra—le picotea el brazo—a mi Reyna no la insultas, y ni te atrevas a decir más que no fui yo quien quedó afónica luego de cantar todas sus canciones.
—¿como toda una fan de closet?.—le lanzo una mirada sugerente que pilla de inmediato.
—solo soy fan de mis activos en aumento—su presencia es fuerte, eso no lo puedo negar— y dudo que mi closets sea lo suficientemente grande para poder ocultarlo.

No hay hombre que no note su belleza. Su plena confianza la distingue del resto de las mujeres en el salón.

—abra que echar un vistazo a ese closet entonces.

Me llevo el trago a los labios sosteniéndole la mirada. Enarca la ceja con interés negándose a dejarme ver esa sonrisa complaciente que esconde detrás de la copa que se lleva a los labios.

—¿mi hijo?—escucho a Jhonatan en alguna parte—no lo sé, debe andar cerca, ya sabes cómo son los jóvenes.

Apuro el trago dándole la espalda al resto de los presentes para no volver a estrechar una mano más. No soy su mono de circo y es molesto que Jhonatan comparta mis ambiciones para el futuro, sobre todo porque todo lo que dice es una mentira. No me tome un par de años sabáticos y tampoco ambiciono tomar su lugar en la firma.

—tal parece que te están buscando—dice la morena
—y que ya te encontraron.
—¿es que no se cansa?.

murmuro con fastidio justo para ver cómo un par de idiotas le señalan a Jhonatan mi ubicación. Hacemos contacto visual y quiero largarme cuando le leo las intensiones de acercarse otra vez.

—Sam..
—no hay problema.

Lo siguiente que sé es que la morena se abre camino entre la multitud acercándose con los brazos extendidos y una exagerada emoción hacia Jhonatan y compañía.

—¡Sr. Jenkins!—lo abraza—hacia tiempo que no lo veía...mi padre le envía saludos...

La repentina aparición de la morena frena los pasos de Jhonatan, a quien no le queda más remedio que atenderla presentándole a su vez a sus acompañantes.

TÚ vs YODonde viven las historias. Descúbrelo ahora