TÚ vs YO

Van helen vs Van helen

ELLA

Decir que lidio bien con las reprimendas sería una vil mentira. Jamás he manejado bien decepcionar a las personas y mucho menos ser llamada a la oficina del director. La parte responsable dentro de mi, sigue negándose a defraudar a una autoridad inmediata.

Pero ciertamente esperaba ser reportada, mi comportamiento en UCI no fue mi mejor momento, y no culpo al personal que fue de cotilla en cuanto salí del área. Supongo que tuve suerte de que el incidente quedara solamente entre la Dra. Inzunza y yo, no se como habría reaccionado si hubiera involucrado al Dr. Miller.

Mi día termina despidiéndome de esos compañeros medicos que poco a poco se acostumbran a tenerme cerca. Subo al elevador con teléfono en mano pasando de las tres llamas perdidas de Hanna y los mensaje de texto que dejo para leer después. Dean viene conmigo y se muerde los labios para no reírse cuando me escucha dejar una nota de voz para Alex. Abre la boca una vez que guardo el teléfono.

—ni se te ocurra—amenazo
—yo no he dicho nada.

Lo fulmino haciéndolo soltar una risita burlona dentro del elevador.

—¿cuanto tiempo le tomará llegar a tu príncipe?.
—no empieces.
—¿que?—se ríe—solo quería invitarte un trago, algunos compañeros nos reuniremos cerca de aquí, podrías venirte y esperarlo ahí.
—no sabia que había bares cerca de aquí.
—es el departamento de un colega—explica—celebraremos el San Valentín si sabes de lo que estoy hablando.
Mueve las cejas sugerente. No necesita explicar nada ya que hace un buen par de años Hannah y yo nos colamos a una de esas fiestas de San Valentín para solteros en la facultad de medicina.

—¿sigues haciendo eso?—me saca una sonrisa—imagino que no te fue difícil convencer a los demás para que participaran en tu "reunión" poliamor.
—en mi defensa, cuando llegue aquí ellos ya celebraban una reunión similar....yo solo compartí mis experiencias con los demás.
—ajá.

El ascensor se abre en el primer piso y ambos salimos justo cuando mi teléfono recibe la respuesta de Alex. Lo recupero para revisar, pero el codazo de Dean me hace guardarlo de vuelta en el bolsillo.

—valla—cabecea hacia el frente— debes traerlo muy mal si te basta con chasquear los dedos para que él aparezca de la nada.
—que te digo—le guiño un ojo—soy así de buena.
—si lo sabré yo—suspira coqueto—diviértete preciosa, te veré mañana.
—tu también diviértete y por favor no contraigas un herpes.
—descuida, lo tengo cubierto.
Palmea uno de los bolsillos de su mochila, saluda a Alex con un cabeceo y se une a otro compañero que al verlo, lo espera en las puertas de cristal.

—oye—me acerco a Alex—eso fue rápido.
—andaba por el vecindario.
Me quita la mochila y dejo que me tome de la mano, más no hace intento de irnos. Por alguna razón nos quedamos de pie frente a los ascensores esperando no sé qué.

—¿como estuvo el regaño?.
—supongo que me fue bien si lo comparas con el hecho de que no tengo permitido acercarme al hijo de Carah.

Me disgusta mucho la decisión que tomo la Dra. Inzunza al respecto, pero también respetó su autoridad. Aun así no puedo simplemente deslindarme del asunto.

—lo siento mucho Van Helsing—aprieta mi mano—se lo mucho que te preocupa ese Niño.
—morirá Alex, si no se encuentra un donador pronto, el pequeño morirá y estoy segura que Carah no podrá sobreponerse a eso.
—¿por que te preocupa tanto lo que pase con ella?.
—porque ya ha tenido que lidiar con mucho ella sola, no es un secreto que nunca me ha agradó, pero empatizo con esa mujer que decidió darle la oportunidad de nacer a ese bebé que su propio padre y su abuela intentaron negarle.