Con compromiso (Libro II) Terminado

Vamos a superarlo

Enric.

Por fin salgo de la maldita celda en la que me tenían.

Estoy desesperado, necesito verla y saber cómo están.

El abogado me dijo que el día que fue a verla apesar de que la tenían estable, ella lloraba mucho al describir todo lo que le había hecho el hijo de puta de Fabián.

Tengo tanto odio acumulado, a pesar de que el abogado no me contó lo que le dijo Alice.

¿Por qué no lo mate yo de verdad?

Desearía volver a tenerlo frente a mi para matarlo, torturarlo y hacerle pagar lo que le hizo.

Me arrepiento tanto de haberla dejado sola.

Nadie me quiso decir nada de ella ni de nuestro hijo. Egan ah estado todo el tiempo moviéndose de un lado a otro para ayudarme a salir, así que no ah podido ir a verla.

Me querían condenar a tres años de cárcel por haber “matado” a Fabián, si no es por las pruebas que mostraron, el testimonio de Alice y la fianza que dimos, no hubiera podido salir.

Sofí y Egan caminan junto a mi.

Nos subimos al coche de Egan y comienza a manejar.

—Llévame al departamento de Alice.

Egan asiente.

—No sabes cuanta ilusión me da verla y más si su pancita ha crecido. ¿Cómo se veía?—pregunta Sofí emocionada.

A pesar de que no estaba en las mejores condiciones, a mi me parecía hermosa con ese bulto. Lo recuerdo y mi corazón salta lleno de felicidad.

—Hermosa, ese pequeño bulto la hace ver más hermosa.—respondo sonriendo.

Egan y sofí me sonríen.

Hacemos una hora de camino hacia el departamento de Alice.

Bajamos del coche y enseguida entro desesperado por verla, Egan y sofí caminan tras de mi.

Subimos al elevador y cuando bajamos busco su departamento. Tocó el timbre y nos abre la puerta su padre.

Me mira serio.

—Soy Enric, vengo a ver a Alice.

Se asoma Samantha y le dice al papá de Alice quien soy.

Nos dejan pasar y veo que también está su madre, ambos me miran con coraje al igual que Adelaide. Pero no me importa, yo vengo a ver a Alice.

Egan y sofí saluda a todos.

>>¿Dónde está?—le pregunto a Samantha.

—No se si quiera verte.—dice triste.

—No me importa si quiere verme o no, necesito hablar con ella.

—Enric ella está muy mal ahorita, estoy segura que no le hará bien verte.—habla Adelaide pero la ignoró.

—Samantha, necesito verla saber cómo están ella y mi bebé.

—¿Ahora si la quieres ver? ¿pero cuando ella te dijo que estaba embarazada no?—dice el padre de Alice enojado.

—Yo no sabía que Alice estaba embarazada, ella nunca me dijo nada, si lo hubiera sabido tenga por seguro que jamás la hubiera dejado. Y le aclaro que la deje para protegerla, no porque no la amo, porque yo a su hija la amo con todo mi corazón.

—¡DETENTE!—escuchamos el grito de Alice.

Adelaide y Samantha son las primeras en correr hacia la habitación que recuerdo es donde tienen las cosas de bebé. Tratan de abrirla pero la perilla no gira.