Extra 2.

3.8K 287 139
                                    

Semanas después.

Alice.

Bajo del elevador y me encuentro con Paula en recepción.

—Alice que gusto verte ¿Qué haces por acá?—pregunta sorprendida.

Nos abrazamos y me sonríe.

—Vine a visitar a mi esposo.—digo con una sonrisa.

—Claro, pasa.

No te estaba pidiendo permiso.

Asiento y camino a la oficina que creo sigue siendo la de Enric. Sin tocar abro la puerta, lo primero que veo me hace reír.

Está una mujer para frente al escritorio, sube su falda y se acomoda los pechos de manera que se le salten más.

Enric está de espaldas viendo hacia la gran ventana donde se muestran los demás edificios.

Ninguno de los dos nota mi presencia así que espero un poco más.

—Si Enric, la junta será a las cuatro. ¿Quieres que te ayude en algo más?

—No gracias Monserrat, puedes retirarte.—dice Enric sin voltear

Ahaaaa con que ella es la tal Monserrat.

—¿Estas seguro Enric? Puedo hacer cualquier cosa.—habla coqueta.

Comienzo a tomar en cuenta eso de regresar a la empresa.

—Cariño.—digo sonriente y camino hacia Enric.

El voltea sorprendido. Cuando llegó con el lo tomo de la nuca y beso sus labios con pasión. Demostrando que es mío.

JAAA en tu cara zorrita.

Me separó un poco y volteo a ver a la secretaria.

—¿Se te ofrece algo? Escuche que mi marido te dijo que no necesita nada más.

Me mira con coraje y voltea a ver a Enric. El no responde, está a punto de darse la vuelta.

—Ah y una cosa, recuerda hablarle a mi marido por usted.—hace una mueca y asiente.—Ah y baja tu falda y acomoda bien tu blusa porque parece que vienes a otra cosa, no a trabajar.—le sonrió amable.

La mujer sale de la oficina y Enric me mira divertido.

Ruedo los ojos y trato de separarme de él pero me toma de la cintura.

—¿Qué fue eso?—dice riendo.

—Por que contratas a ese tipo de mujeres.

Se enoje de hombros.

—Yo no soy el que las contrata, a demás si estuvieras aquí trabajando conmigo, no la necesitaría a ella.

Levanto mis cejas y asiento.

—Bien, háblale a mujer esa.

—¿Para que?

—Háblale.—digo extendiendo el teléfono.

Presiona un botón y  enseguida comienza a timbrar.

—Monserrat puedes venir un momento por favor.—cuelga y segundos después entra la mujer muy sonríe pero su sonrisa se borra cuando me ve.

—Dígame ¿qué necesita?—se dirige a Enric.

—Necesito que agarres tus cosas y te vayas—hablo sonriendo.—estas despedida.

La mujer me mira sorprendía y con el seño fruncido.

—Es…es injusto que me despida.

—No porque si no nos gusta tu trabajo no tenemos porque tenerte con nosotros.

Con compromiso (Libro II) TerminadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora