Alice.
Un año después.
Miro a la hermosa bebé que tengo entre mis brazos, se parece mucho a su madre, aunque tiene los ojos del padre. La hija de Adelaide me sonríe y toca mi rostro algunas veces me rasguña pero no me apartó, disfruto de tenerla entre mis brazos y del calor que me da. La nostalgia me llega pero ya no igual que antes.
—¡Mami!—me grita emocionado Erik.
Volteo a verlo y está con Enric jugando fútbol, aunque a veces se cae pero Enric lo ayuda a levantar riéndose.
Me siento con Adelaide y rueda los ojos negando cuando ve que Enric se ríe de Erik.
—Sigue siendo un tonto ¿Lo sabías?
Asiento.
—Pero es mi tonto esposo y así lo amo.—digo con una sonrisa mirándolos a él y Erik.
La alegría, la paz y la felicidad corren por todo mi cuerpo al ver a mi esposo e hijo jugando y riendo.
Nunca imaginé querer como a un hijo a Erik, el hijo de la persona que una día fue mi amiga y mi enemiga.
Enric y yo lo adoptamos, Erik no merecía estar con la persona que lo tuvo, ella nunca lo ha querido, cada vez que trataban de acercárselo ella no lo aceptaba, nunca tuvo amor hacia el y yo tenia amor de sobra así que se lo entregue a él tomándolo como hijo.
Me ilusionó tanto cuando comenzamos a comprarle su ropita y juguetes, cuando decoramos su cuarto, la nostalgia llegaba a mi pero ya no estaba mal porque ya tenia a un pequeño a mi lado el cual me hace feliz con cada uno de sus besos, abrazos y palabritas que ya comienza a decir.
Les he entregado todo el amor que tengo a él y a su padre, ambos lo son todo para mi.
Ya no veo mi vida sin ninguno de los dos, si alguno me llegará a faltar me muero. Me hacen tan feliz que no le pido nada más a la vida, simplemente agradezco por todo.
Lo merecemos Enric y yo, después de todo lo vivido merecemos tener esta pequeña familia, aunque no tan pequeña porque como dice Enric aún tenemos a nuestros gemelos que está en el cielo.
Es tanta la felicidad que tengo desde que nos casamos que no entiendo cómo cabe tanta en mi corazón.
Le entrego a Adelaide su pequeña estiro mis brazos cuando Erik comienza a caminar hacia mi dando sus pasitos torpes. Lo tomo entre mis brazos y le doy muchos besos por toda su carita, se ríe y pone sus manitas en mi boca tratando de evitar que lo siga besando pero aún así continuo dejando mis besos.
—Me voy a poner celoso he.—dice Enric poniéndose tras de mi, haciendo un puchero que me hace reír.
—A ti te toca en la noche.—le giño un ojo.
—No se puede adelantar.—dice dando besos húmedos en mi cuello.
—Joder paren malditos cochinos.—dice Adelaide.
Nos reímos Enric y yo.
Enric se aparta y camina hacia Egan que acaba de llegar con cerveza.
—Nos dices cochinos a nosotros por unos simples besos cuando tú hace unas horas estabas follando.—me rio—¡Ah sí Egan, más más!—imito sus gemidos.
—¡Cállate!—se ríe y me da un pequeño golpe.
Decidimos tomarnos unas vacaciones y tenemos dos días que llegamos a esta casa, la rentamos por unos días y es perfecta pues queda frente a la playa. Su habitación está al lado de la mía por lo tanto escuchamos todo.
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Con compromiso (Libro II) Terminado
Roman pour AdolescentsAlice la chica tímida que solo busca un poco de amor ah decido enfocarse en otras cosas, como su carrera y sus metas. Alice ahora tiene otra perspectiva del amor, aún cree en el pero no sabe si lo encontrará. A Alice le sucederá algo que cambiará...