Con compromiso (Libro II) Terminado

No me iluciona

—No, pero está vez he tenido muchísimo más, miren.—cambio de cámara para que vean todos los papeles.

—Mierda dile a tu puto jefe que si no se le ofrece otra cosa.

—Alice eso es mucho trabajo.—dice Samantha.

—Lo se, pero no puedo hacer otra cosa.

—¿Por qué no hablas con tu jefe, o habla con Fabián el puede ayudarte no?

—Ah, mmm si de hecho tengo algo que contarles.

—Somos todo oídos mi amor platicanos.—me anima Adelaide.

—Adivinen quienes son mis jefes.

Lo piensan unos segundos.

—No tengo idea.—habla Samantha

—Alguien del pasado, fue una de las razones por las que me mudé.

Samantha abre los ojos.

—No me jodas, ¿es quien creo que es..?

Asiento.

—Si crees que es Enric y Egan, estás en lo correcto.

—Alice tienes que platicarnos todo.—dice Sam emocionada.

—¿Quien es Ega? Y mierda Sam ¿Por qué te emocionas?.—la reprende Adelaide.

Había olvidado que ellas no conocieron a Egan, solo a Enric.

—Es que es tan bonito que la vida los vuelva a juntar.

Me río.

—Egan es el primo de Enric y joder no es bonito, me está haciendo la vida imposible, ni si quiera duermo bien y se que Enric es el que me pone trabajo.

—Te juro que si yo estuviera ahí le daría Miles de bofetadas, tu por lo menos le diste una ¿No?

Me quedo callada.

>>Alice…

—No, no pudedo joder, es que… carajo aún siento cosas por el.

—¿Ya se besaron?.—pregunta Samantha emocionada.

—No, besado como tal no.

—¿Estas tonta o que? ¿Cómo puedes seguir sintiendo cosas por el después de como te partió el corazón? Eso sin contar que tienes novio.

—Ya lo sé joder soy una estúpida. Por más que trato de ya no sentir nada por el, es al contrario, siento más por el.

Adelaide rueda los ojos y niega.

—¡Que bonitooooo!—grita Samantha.

—Joder Sam ¿se te hace bonito que Alice sigue queriendo al estúpido de Enric?—dice Adelaide enojada.

—No...no lo sigue queriendo lo sigue ¡AMANDO!—grita emocionada.

Yo me río pero al parecer a Adelaide no le causa gracia.

—Donde el hijo de puta te vuelva hacer algo Alice voy a Chicago y lo mato con mis propias manos eh.—advierte Adelaide.

Dejo mi celular recargado en algo que pueda sostenerlo para seguir con la vídeo llamada, mientras trabajo.

Seguimos platicando sobre cómo nos ha ido, y yo les cuento   que el otro día me encontré con Aarón. A Adelaide le molesta un poco pero no le toma tanta importancia porque dice que ahora estoy más tonta por Enric.

Y es verdad.

Tocan la puerta y doy el pase, aún con la vídeo llamada.

—Hola Alice solo quería saber si ya tienes los documentos que necesitamos en bodega.—dice Egan.