Urushdaur [Minron]

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Minhyun era más amante de los libros físicos. No de los libros virtuales o en formato PDF o cualquier formato que incluya el uso de material electrónico.

Por esa razón Minhyun últimamente paraba mucho en la biblioteca de la escuela y lo raro era que el colegio tuviese ese tipo de libros en la biblioteca, pero al final de cuentas los profesores nunca pensarían que algún alumno leyese ese tipo de libros incluso que lo pongan en práctica, por ello habían aceptado dichas donaciones de libros nuevos, ni siquiera usados y aquello les daba un alivio que... al no ser usados, tampoco fueron usados por los donadores para el otro ámbito.

Minhyun estaba tan concentrado leyendo que ni se dio cuenta que Aron se sentó a su lado.

Recientemente y con palabras expulsadas por el mismo Ren en una charla común y corriente se le salió la información que Minhyun ahora en las tardes paraba más en la biblioteca.

— No estamos en exámenes— dijo Aron— ¿por qué en la biblioteca?

— Por nada— dijo Ren con una sonrisa inocente la cual ni Amber se la creyó.

— Anda con unas novelas — respondió Amber.

— Eso — dijo Ren dando un aplauso, la cual amplio más las dudas de Aron.

— Ren— insistió Aron.

Ren miro a Amber y luego se tapó la boca como si fuera un niño.

— Es un secreto— dijo Ren para nuevamente tapar su boca y salir corriendo, dejando a una Amber perpleja.

— ¿Amber? — insistió Aron a su amiga rubia.

— Porque no vas con Krystal— dijo Amber sin pensarlo, pero dándole una indirecta que ahora pasa más tiempo con Krystal que con Minhyun.

— Hey— protesto Aron, pero Amber se dio media vuelta y siguió los pasos de Minki, la misma dirección, pero con pasos más atrás.

Aron suspiro, pero inmediatamente se dirigió a la biblioteca, rogando con que Minhyun este aun en la biblioteca ya que últimamente ya no lo veía como antes, peor charlar. Y lo vio ahí con un libro en sus manos, siendo tocado, llamando la atención de sus ojos. Tal vez Ren no mentía y leía una novela dramaturga o de suspenso o lirica o quien sabe de qué género, pero lo único seguro era que... Aron sentía envidia de aquel libro.

Aquel libro le quitaba la atención de su mejor amigo, de su amor platónico.

Qué líneas diría ese párrafo que lee para que este muy centrado en su lectura para que no le haga dar cuenta de su presencia, más aún cuando se sentó a su lado.

¿Tan lindas palabras estarían escritos en aquel libro?

O ¿sería alguna línea de hechos históricos o recientes investigaciones descubiertas?

Aron quería saberlo, tenía una gran curiosidad, pero no podía leer la contratapa ni la tapa del libro, incluso vio los ojos de Minhyun para ver lo que leía, pero más se centraba en el brillo y mundo de Minhyun. No era bueno para descubrir o investigar a Min a través de miradas.

A unos centímetros de invadir aquel espacio, aquel espacio para poder leer, aunque unas líneas antes que reaccione Min y lo descubra... sintió que fue descubierto, pero no lo fue. Minhyun se levantó de la mesita con el libro en las manos.

Aron pudo observar que llevaba un libro rojo con tonos anaranjados, pero no pudo leer el título del libro, porque era tapado por las manos frágiles y delicadas de Minhyun, pero el nombre del autor se le hizo conocido.