Urushdaur [Minron]

31 | Penúltimo

Cuando volvió a abrir los ojos Aron lo hizo con mucho cansancio, no tanto como el primero, pero pudo abrirlo sin volver a cerrarlo. Vio a su lado y vio a una persona agarrando su mano. Aquella calidez era muy distinta a la que le daba Minhyun cuando agarraba su mano y estaba aún inconsciente.

Trato de levantar su cuerpo superior, pero no pudo.

Estoy muy pesado.

Se dijo Aron con bastante cansancio.

Y dudo que haya aumentado de peso.

Entonces trato de mover sus pies y puedo mover el dedo gordo de su pie, finalmente intento con su mano que era sujetada. Tenía tantas ganas y curiosidad de saber quién era aquella mujer, a pesar que sentía que conocía a aquella mujer.

En ese momento vino la imagen de una mujer diciéndole hijo y abrazándolo.

¿Sera que lo soñé?

Hace tiempo que no veo a omma y appa nunca me dijo la razón, pero tampoco hizo algo para que la odiara. La extrañe mucho, era tan buena madre y...

Logro mover su mano. Logrando que con dicho movimiento torpe despierte a esa persona que era tapado su rostro por aquellas hebras castañas como la suya.

¡Oh! No soñé— dijo Aron con bastante sorpresa— es omma.

— ¿Omma? — dijo con su voz rasposa.

— ¡Aron! — dijo con voz chillona y llorona— ¡despertaste! — y aquel rostro femenino que Aron recordaba con menos arrugas, pero aun bella se llenó de lágrimas— gracias a Dios.

— Omma — dijo Aron abrazando a su omma, correspondiéndole— pensé que te soñé, — hablo con dificultad—. Fueron tantos años.

— Lo siento por dejarte solo por mucho tiempo— se lamenta la omma de Aron— pero tenía que hacerlo por el bien de ti y de tu padre.

— ¿Ah?

— Tal vez sea muy fuerte y no creíble lo que te diré Aron — comento la señora de Kwak— peor aún en este tu estado, pero...

— Soy fuerte— dijo en inglés, que eran palabras más cortas y que no le quemaban la garganta.

La señora de Kwak tomo aire y miro a su hijo, pidiéndole que le escuche hasta el final.

— A tu appa lo conocí en una expedición, tú ya sabes ello— dijo y Aron asintió, preguntándose porque le cuenta desde allí si ya conocía esa parte de la historia.

— Amor a primera vista— dijo.

— Si. Es solo que tu appa desde joven era un rescatador. Yo no soy arqueóloga Aron como pensabas o te contamos.

— ¿Ah?

— Él me rescato de ser secuestrada y posiblemente asesinada por mi... clan— dijo con voz baja.

— Omma — dijo con preocupación.

— Tu fascinación por cosas de magia o de cualquier índole— empezó la omma de Aron— no es solo curiosidad— tomo aire— es parte nuestra... Yo, tú somos de un linaje único y algo peligroso para otras personas. Me prometí no enamorarme, peor embarazarme, porque no quería que seas perseguido como yo. Por ello tienes unos grandes talentos. Me di cuenta que usaste de esos dones.

Aron miraba con asombro a su omma, no era creíble— pero hablo de su cambio de cuerpo que solo sus amigos sabían, pero dudaba que hayan hablado algo—, pero explicaba su interés por aquellos temas y que todo lo que hacía con conjuros se cumplía.

— Y me di cuenta que tu appa era mi predestinado— Aron puso cara de sorprendido— incluso yo no me creía ello. La prueba fue cuando te concebimos y a la primera— Aron se sonrojo y ella sonrió— Minhyun también es tu...

— ¿Cómo lo sabes?

— Soy mayor, vi y viví tantas cosas.

Quedaron en silencio.

— Pertenecemos al clan descendente entre Japón y China. Jason es nuestro familiar lejano, de Lao. Por ello sentías una conexión extraña con Jason.

— ¿Jason? ¿Lo sabe? — pregunto y ella negó con la cabeza.

— Ellos ayudaron a que despiertes— dijo la señora— ahora solo falta tu appa.

— ¡¿Appa?! — dijo exaltado.

— Aquellos que te atacaron, atacaron a tu appa y quedo en coma como vos.

— ¿Y donde estuviste? — la pregunta del millón.

— Cuando ellos se enteraron de tu nacimiento— hizo referencia al lugar de donde venía— y que aún vivía, porque con tu appa habíamos planeado mi muerte cuando nos enteramos que venias en camino. Ellos descubrieron que era mentira.

— ¿Querían matarme? — pregunto Aron.

— Si. Vivimos por varios años huyendo— y Aron unió hilos. Esa era la razón por la que siempre se mudaban de país en país, además de las expediciones— fingimos un accidente laboral, donde los dos moríamos— informo— solo que yo tuve que desaparecer y tu appa fingir que por el dolor adopto un niño, la cual era mentira porque nunca moriste. Young Min.

Y Aron recordó que antes le llamaban así. Su cabeza dolió.

— El sello se rompió— dijo para sí misma— te selle los recuerdos de tus primeros cinco años—. Tuve que verte crecer de lejos— sus lágrimas se asomaron—. Tu appa nunca estuvo de acuerdo en decirte que morí como habíamos quedado, por ello tú... gracias por no odiarme.

— Omma — dijo con voz quebrada— gracias por siempre cuidar de mí.

Y se dejaron llevar por los sentimientos, para que luego su omma pronuncie unas palabras que no reconoció Aron, pero confiaba en ella. Luego de aquellas palabras sintió muchas fuerzas.

— Tu recuperación no será lenta como de otros. ¿Podrás estar sin mí por un tiempo? — pregunto.

— No — dijo Aron— no quiero volver a tenerte de lejos.

— Tengo que ir con tu appa— dijo.

— Appa — musito con preocupación— quiero ir.

— Aun no recuperas y...

— Recuperare con tu ayuda omma. Appa necesita de ambos para despertar— ya podía hablar más claro.

— ¿Y Minhyun? — cuestiono.

Aron desvió su mirada, y pensó en Minhyun, pero...

— Me entenderá — dijo Aron.

— Aron — trato de convencerlo— posiblemente luego no podremos volver. Ahorita tienes la vida más normal en acá y...

— ¿Ellos te siguen o nos siguen buscando?

— Ellos hace una semana, los jefes ancianos, murieron, pero no sé si confiar en estos nuevos líderes. Aunque prometieron no hacernos daño, pero...

— Quiero ir con appa— dijo con decisión— el dio todo por mí al igual que vos.

— ¿Estás seguro?

— Si omma.

— Tendrás que despedirte de Minhyun, porque en unos días pienso volar hasta donde está tu appa.

— Será difícil, pero sé que me entenderá— dijo Aron y por dentro se sentía fatal, pero eran sus appas.

— Los dejare estar a solas— dijo la señora Kwak— los ayudare— sonrió y desordeno el cabello de Aron, ella entendía que es estar enamorada.