¿Hace cuanto había encontrado la muerte su antecesor?
¿Un par de años?
No. Fue hace tres años, no un numero par.
Zhehan había llegado a Corea del Sur con el fin de encontrar en allí la cura a la inmortalidad. Llego con un documento falso, aunque prácticamente por los años que vivían adquirió muchos conocimientos, incluso de otras ramas porque siempre trabajaba como asistente de algún profesional, dentro de un país muy antiguo. China.
Milagrosamente Zhehan había topado— investigando— con una reliquia donde no solo servicia para un propósito como todos pensaban. Cuando había ido para aquel país, aquella expedición le gano encontrando dicho artefacto.
Lao necesitaba salir de su cuerpo para negociar completamente con la muerte y aquella reliquia tenía un contacto muy estrecho con la muerte.
Allí se dio cuenta Zhehan que el arqueólogo Kwak no solo era seguido por su persona, sino por otras personas más. Tuvo que interceder en varias ocasiones para que el hombre mayor humano y su hijo no sufrieran algún ataque de aquellas sombras.
Y en uno de esos días que, salvo la vida de los Kwak, fue el sr Kwak quien se dio cuenta de su presencia, espero cualquier reclamo, pero no hubo más que agradecimiento.
Aquella ocasión posiblemente el sr Kwak iba a morir en la carretera junto a su hijo.
— Viene por esto ¿no? — pregunto el sr Kwak, mostrándole dicha reliquia cuando su hijo se fue a descansar. Lo dejo entrar a la habitación del hotel donde se hospedaba. Aron nunca supo de la existencia de ellos.
— Si — dijo con honestidad Zhehan.
— ¿Está consciente que varios desean esta esfera?
— Sí, pero yo solo lo quiero para un fin y se lo devuelvo. Pues tampoco quiero que entes me anden molestando la existencia.
— ¿Quién sos? — pregunto con desconfianza.
— Zhang Zhehan— dijo con voz neutra.
El sr Kwak elevo una ceja. El apellido Zhang se le hacía conocido.
— Descendiente de Zhang Guo Lao— dijo con voz sorprendida.
Zhehan elevo una ceja y con admiración, pues aquel arqueólogo hacia honor a su título y fama de ser el mejor de los mejores.
Zhehan asintió.
— Quiero conocerlo por fa— pidió Kwak.
Zhehan pensó las palabras y con muchas dudas asintió, pero con una condición. Que sería en su hogar sin sujeto a cambios.
Aquella tarde el dr traslado a su antecesor junto a Jason su sobrino por magia porque Lao ya no tenía aquel espíritu de antes. Su misma alma ya estaba cansada.
Jason siempre estuvo para Lao, quien era descendiente del lado femenino de la segunda esposa de Lao, hijos de la hija de aquel matrimonio, el apellido Zhang se perdió con ello, por ello ahora su apellido Fu de Jason.
Aunque el apellido Fu no era cualquiera tampoco. Fu era de los grandes protectores de los emperadores de China. Jason no era un cualquier Fu, sino uno que protegió hasta la muerte a uno de los emperadores que unifico China, la China imperial. Qin Shi Huang, el que creo la precursora de la actual Gran Muralla China y que construyo los famosos Guerreros de terracota.
— ¿Lo encontraste? — pregunto Jason como saludo.
No es que querían deshacerse de aquel hombre viejo, es solo que lo vieron sufrir por muchos años. Las enfermedades también lo golpearon, pero no como a sus seres queridos, quienes morían en cada Pandemia del mundo. El ultimo lo había destrozado más, la muerte del padre de Jason quien lo había acompañado hasta su último aliento.
El cáncer podía ser una perra con los humanos, pero con él no, en su intento de darle su inmortalidad, no pudo hacerlo, debido a que no quería aquella maldición en el descendiente de su hija, para cuando se arrepintió, aquella magia fui inmediatamente a otros cuerpos. Zhehan de treinta años y Jason de diez años.
— Si — respondió Zhehan—. Lo tiene Kwak.
— ¿No lo tienes vos? — pregunto Jason.
— Nos ayudara.
— Nos traicionara— dijo histérico. Ya no confiaba en nadie.
— Solo confía.
Jason inseguro asintió.
Al poco rato vieron a Kwak llegar con aquella Esfera y Jason por primera vez sintió que no sería traicionado.
Kwak había escuchado muchas teorías sobre dichos conjuros, pero verlo en vivo y directo era otro tema, más aún cuando veías a uno de los inmortales.
Admiro y pidió un poco de su biografía y preguntar si algunos datos de la antigua China eran ciertos. Lao sonrió ante tal curiosidad y le conto todo lo que deseaba saber Kwak.
Kwak vio el proceso del como aquella luz de la inmortalidad era quitada a Lao, y el cómo Lao sonrió al verse libre de aquel don-maldición.
— Como agradecimiento te prometemos que cuidaremos de ustedes— dijo Lao.
— Tranquilos, no hay nada que agradecer— dijo Kwak con una sonrisa amigable.
Lao sonrió con una pequeña sonrisilla.
— Como habrás notado, esta esfera— dijo Lao— es muy valiosa y no solo gente buena la busca— Kwak no pudo negar— y nuestra promesa será ella.
— Yo soy descendiente de los Fu— dijo Jason y será un honor cuidar de ustedes.
— Pero sos muy joven como para...
— Kwak— interrumpió Lao— Jason tiene más de 30 años solo que aparenta menos.
— ¡¿Qué?!
— Yo también soy inmortal— dijo Zhehan.
Kwak quedo sorprendido, anonadado, sin palabras.
Más después Kwak ayudo a Zhehan a conseguirle una nueva identidad al igual que a Jason. Y no paso mucho tiempo cuando al mayor Lao lo golpeo una enfermedad. Llego al hospital donde trabajaba Zhehan, donde tuvieron que despedir al mayor Lao.
Kwak se puso triste cuando se enteró de ello, pero tampoco podía dejar que los descendientes de Lao se queden en aquella oscuridad... les consiguió un nuevo hogar y un nuevo inicio.
Fue en allí que Jason conoció a Baek, no conocía su nuevo hogar y se perdió en aquel parque. Aquel chico que vio Jason se le hacía confiable y desde hace mucho. Misteriosamente había topado con él en el parque, aquel chico estaba en el mismo curso de Aron a quien cuidaba a la distancia.
— Te metiste con Aron y al hacerlo con él, lo haces conmigo— dijo como respuesta Jason ante el primer ataque de Anás.
— ¡Y vos quien te crees! — exclamo con furia.
— Uno de los últimos descendientes de los Fu— dijo y ataque con su habilidad única en artes marciales.
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Urushdaur [Minron]
FanfictionMin pensó que solo era pura charlatanería lo de Aron, hasta que él mismo lo comprueba y lo vive. No estaba en sus planes ser Aron, pero lo sacaría provecho.