Urushdaur [Minron]

Raina II

Raina quedo viendo el vacío como solía hacerlo o al menos su aspecto físico, porque cuando empezaba a ver el vacío su yo se perdía, su alma se desconectaba de su cuerpo.

Y empezaba a recordar su tormento. Aquella vez donde aprendió a tener conciencia a la fuerza, aquella vez que perdió algo muy valioso. A su padre.

Desde niña resulto ser una niña caprichosa, y ese momento se volvió a repetir lamentablemente.

Tropezar con la misma piedra, que horror— le dijo su mente.

Raina solo bajo la cabeza.

Primero tu appa y ahora Minhyun, dos seres muy bondadosos.

— Lo siento.

¿Acaso siempre te gusta ser responsable de las muertes?

— ¿Esta muerto? — pregunto a su conciencia.

— ¿Quién? — pregunto la persona que le escucho. No estaba hablando para sí misma.

Raina volteo a ver a dicha persona. Estaba con un mandil.

Recordó que estaba en el hospital.

— Minhyun— hablo.

— ¿Minhyun? — pregunto el médico, mientras anotaba que hay confusión de personas. El psiquiatra ya sabía quiénes eran su círculo social— no es ¿Aron?

Raina solo lo vio. Ella no se equivocaba, pero si hablaba de ello pensaría que estaba loca, aunque ahora lo piensan.

Solo suspiro y nuevamente aquellos recuerdos lo golpearon...

— ¡Appa! — chillo la niña de menos de diez años. Hizo un puchero— yo quiero ir a ese lugar, quiero que de allí me compres mi volantín.

— Hoy no hija— dijo el señor que no pasaba los cuarenta años.

— ¡Pero yo quiero! — hizo un berrinche. Empezó a patalear y forzando su agarre con la de su appa para que la suelte.

— ¡Raina! — le llamo la atención, pero ella no hizo caso.

— Tú siempre me das lo que quiero— dijo con voz quebrada.

— Te explique que hoy no. Tenemos otras cosas que hacer con tu omma y contigo.

— Omma puede esperar. Ella también me da lo que quiero.

— Hoy no Raina— dijo con voz severa, pero Raina no se inmuto.

Con una fuerza que no sabía que tenía Raina logro liberarse. Raina empezó a correr rápidamente y solamente mirando atrás para que su appa no lo alcanzase, al menos hasta que lleguen a dicho parque.

El appa de Raina solo gritaba su nombre, primero por coraje, luego de enojado y finalmente con preocupación cuando vio cómo su hija se acercaba a la calle y no se fijaba el semáforo. El color rojo se volvió verde y Raina no vio aquel color verde sino a su padre que cada vez estaba más cerca de ella.

— ¡RAINAAA! — grito de la preocupación, temor y terror.

Raina al solo escuchar la bocina del auto quedo tiesa, no podía moverse, se decía muévete, pero no podía, la impresión y el auto acercándose más rápido la dejo tiesa.

Cerro los ojos esperando el impacto, pero el golpe no fue tan duro, incluso sintió unas manos por algunos segundos por su cuerpo. Cuando volvió a abrir los ojos vio el terror más grande. Vio cómo su appa volaba por los aires y luego el cómo cayó al piso de cabeza. Sus lágrimas salieron, grito su nombre.