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— Ya paso un día y no puedes poner de tu parte — dijo Min con nada de paciencia.

— Quiero ver cómo te verías— callo— perdón, como se vería tu cuerpo jugando video juegos o...— sus ojos brillaron— ¡vamos a jugar Golf! — quiero ver qué tal se mueve tu cuerpo con la técnica.

— ¡Aron! — grito Min con desesperación.

— Tranquilo.

— ¿Cómo quieres que lo esté? — hiperventilaba.

— Solo es golf— habla como niño.

— Si te das cuenta— se froto las sienes— mañana es lunes, y ya hay clases.

— ¿Dormirás conmigo esta vez? — pregunto Aron desviando el tema de conversación importante.

— Ignoraste mis palabras— dijo con un tic en su ojo.

— No sabía que podía hacer eso— dijo Aron con una sonrisa.

— Es porque no estas estresado— grito Min ofuscado.

— Te relajaras si juegas golf— insistió Aron.

— ¡Quiero mi cuerpo ahora! — dijo Min rojo del coraje.

— No seas atrevido— dijo Aron— además yo no quiero sentir el ser penet...

— ¡No eso, idiota! — dijo Min sonrojado— tu sos el atrevido y de mente sucia.

— Tu tampoco das palabras que no se pueden mal interpretar— dijo Aron.

Min quería agarrar su cuello y estrangularlo hasta que entre en razón, y se dé cuenta del problema que tendrían mañana sino vuelven al cuerpo que les corresponde.

¡Maldita sea!

Min ni siquiera sabía un inglés muy fluido.

— ¡Vamos a jugar golf! — grito como niño, necesitaba que Min se relaje.

— Aron— lo llamo con bastante paciencia— te pusiste a pensar que mañana seré tú en el colegio y notaran cambios, y date cuenta que no sé un inglés muy fluido como tú. ¡¿Quieres que haga el ridículo con tus amigas?!— lo último lo dijo con celos escondido, pero a la vez quería hacerle pasar vergüenza para que la última chica que se adiciono se decepcione de Aron.

— Jugamos y pensamos luego— dijo Aron como niño pequeño, incluso mostro su meñique como las típicas promesas en películas, al igual que el dibujo animado Tierra de osos. Uno era el amargado y otro el alegre cachorro.

A Min no le quedo de otra que asentir, porque con un Aron caprichoso era difícil entrar en razón... todo se complicaba más sino se le hacía caso.

Como la casa era algo grande y tenía un patio hermoso, salieron e improvisaron un campo de golf. Fue algo divertido para ambos realizar ese campo improvisado.

Sonrieron y se hicieron bromas, y con ello llego la curiosidad del cómo se vería el cuerpo de cada uno jugando Golf. Después de todo Aron era un experto, pero toda su vida lo había entrenado con su cuerpo y no con la de Min. Al contrario de Min que tenía el cuerpo de Aron, cuerpo que ya estaba entrenado, y aunque Min no era nulo para el Golf gracias a Aron... aún tenía sus dudas.

Aron siempre confió en él, incluso cuando había un alto porcentaje de que vuele el palo de golf hacia su rostro... pero nunca sucedió ello, incluso le enseño colocándose detrás de Min y tomando sus manos... Min amaba esos recuerdos porque eran las pocas veces en la que Aron se acercaba así tan cerca de él.

— No creo que tengamos dificultades— dijo Aron con una sonrisa radiante.

— Eso creo — dijo Min.

— Tú primero — dijo Aron.

Min se puso dudoso, pero al final escogió su palo de golf, aquel que le había recomendado Aron en aquellas veces.

— No separes mucho las piernas— dijo Aron con amabilidad.

Min junto un poco las piernas, pero para Aron aun no era suficiente.

— ¿Así? — dijo Min.

— Espera — dijo Aron y se acercó a Min— como ahora estas en mi cuerpo es algo complicado— dijo Aron— y nuestras estaturas varían— se colocó detrás de Min.

— Sos pequeño— dijo en broma Min, se estaba poniendo nervioso por el acercamiento de Aron.

— Tamaño promedio— dijo Aron con broma también— así Min— dijo Aron acomodando sus manos en la de Min.

Min se sonrojo, y para Aron fue algo raro verse sonrojado. Sonrió levemente, no quería incomodar a Min más de lo que ya está, porque sabía que a Min no le gustaba que invadieran su espacio personal, y él era el único que podía invadirlo y aquello lo ponía contento.

— No tenses— dijo Aron y Min se dejó llevar— ahora elevemos y...

Min abrió los ojos al no sentir el palo de golf en su mano.

— Auch — dijo Aron— eso me pasa por ser alto— dijo sobándose su cabeza.

El palo había llegado a su cabeza, Aron había olvidado que estaba en el cuerpo de Min, que Min era alto y no había medido la altura.

— Lo siento — dijo Min.

— Tranquilo— dijo Aron— esto paso porque no te hice caso, siempre es así— dijo Aron.

— Ves— dijo Min en son de broma— por ello no quería jugar.

— En otra te haré caso— dijo Aron.

— Iré por hielo— dijo Min y se fue por hielo, mientras que Aron miraba como su cuerpo corría...

Aron no quería decirle como podrían volver a sus respectivos cuerpos... era algo complicado, pero... tal vez lo mejor sería enamorarlo para no hacerlo sufrir... ya que decirle como si nada el cómo hacerlo... sería algo traumante.

«Encuentro carnal».

Min era virgen, y aunque quisiera hacerlo suyo, tampoco quería que Min lo haga por desesperación u obligación.

Esta vez Aron iría por todo con Min, lo enamoraría de él, mostraría un poco más de seriedad... Aron no quiere aprovecharse de la situación.

— Vamos a averiguar— dijo Aron a Min quien pasaba una bolsa de hielo por la cabeza de Aron.

Min lo mira con una ceja alzada, pensando que bromeaba, pero vio seriedad. Asintió.

Pero Aron daría muchas vueltas al asunto... no podía decirle que era de esa forma, o al menos tratarían de buscar otra solución.

— Vamos — sonrió Min y le tendió la mano para que Aron se levante del césped cuando volvió.

— Gracias — dijo Aron con una sonrisa tierna.

Y Min se ofreció a llevar todo el material que usaron para el golf, incluso cuando Aron se negó.

Aron solo tenía que confesarle sus sentimientos porque ya tenía a Min enamorado de él y desde hace años.

Urushdaur [Minron]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora