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Escuchaba la voz de Min, de su Minhyun, pero igual no podía abrir sus ojos.

Nunca pensó que su cuerpo lo llamaría, que llamaría a su alma en cuanto Min terminase de volver a su cuerpo. Nunca pensó que inmediatamente seria fusionado con su cuerpo.

Solo que...

No podía despertar, tampoco moverse de su cuerpo.

Su alma también pesaba.

Incluso le dolía horrores escuchar y suplicar con lágrimas a Min que despertase. Y lo intentaba con mucha intensidad, pero no podía, no podía, aun cuando Minhyun era el amor de su vida, su novio.

Pensó que como toda película romántica iba a poder despertarse cuando escuchase la voz llorona de su novio, pero no, no podía. Era como si lo que tenía con Minhyun estuviese todo resuelto o concluido.

Tal vez si escuchaba a su appa... pero no, no sabía nada de él desde hace meses.

«Solo temas o situaciones inconclusas de nuestra vida nos hace volver».

Fue lo que pensó y que algunas veces escucho y leyó, pero...

¿Cuál?

Es lo que se preguntaba Aron.

¿Qué tenía pendiente con la vida?

Entonces escucho una voz lejana y triste. Melancólica, muy triste.

Frunció las cejas, esa voz se le hacía conocida, pero no recordaba a quién.

— Perdón hijo— dijo aquella voz y la reconoció — yo nunca debí...— aquella voz se quebró totalmente.

Es ella.

Vino. Esta viva, ella...

Con mucho esfuerzo y lleno de emociones, Aron pudo mover su mano un poco y después con demasiado cansancio y mucha pesadez abrió los ojos.

Escucho otro llanto igual y aquel llanto reconoció. Era Minhyun.

Estaba despertando y su visión empezó borrosa, le dolía la cabeza al solo intentar enfocar su mirada. Y cuando pudo hacerlo, la reconoció, no había cambiado nada.

— Omma — apenas pudo hablar Aron, su garganta le quemaba. Y nuevamente volvió a cerrar los ojos.

— Si soy yo, hijo. Lo soy— lo abrazo con fuerza y soltó más lágrimas.

— ¡Un doctor! — grito Minhyun, a lo que rápidamente fueron dos médicos con dos enfermeras.

— ¿Quién es? — pregunto el medico mayor, refiriéndose a la otra mujer.

— Es su omma— dijo la omma de Minhyun. La omma de Aron queda con los ojos sorprendidos, nadie sabía que ella era la omma de Aron. Se había alejado por varios años que pensaba que hasta su hijo no la reconocería.

El otro médico alzo una ceja, pero debido a los parecidos, no dijo nada.

— ¿Qué paso? — pregunto la enfermera.

— Despertó — dijo la que aún es señora de Kwak— y volvió a cerrar los ojos.

Lo médicos la vieron con una mirada analizadora. Era imposible que haya despertado.

— Despertó — dijo Minhyun con desesperación — no mentimos— suplico.

— Revisen cámaras si desean — dijo la omma de Minhyun con más inteligencia— y verán que no mentimos.

Uno de los médicos fue a corroborar con una enfermera, mientras los otros dos revisaban a Aron sus signos vitales.

En los signos vitales se veía una pequeña alteración hace algunos minutos según el monitor al que estaba conectado Aron.

— Necesitaremos realizarle un encefalograma— dijo el médico por la sospecha.

— Yo igual opino lo mismo— dijo el otro médico que fue a revisar cámaras— el joven se levantó y luego volvió a cerrar los ojos, posiblemente por el esfuerzo que hizo para salir del coma.

— Les dije que despertó— dijo un Minhyun lloroso, su corazón se aligero un poco más— seguro más ratos despierte.

— Tal vez — solo dijo el médico.

— Yo tengo fe que volverá a despertar— dijo con mucha fe la señora de Kwak.

Los médicos solo asintieron y pidieron que salgan, tenían que hacerle otros exámenes a Aron, los tres no se opusieron y salieron sin armar escándalo.

— ¿Cómo supieron que soy la omma de Aron? — pregunto con desconfianza la señora de Kwak a omma e hijo cuando se sentaron en sala de espera del área de UTI.

— Sus parecidos, sus rasgos— dijo la omma de Minhyun.

Luego fue ella quien la miro con desconfianza.

— ¿Por qué recién nos enteramos de su existencia? — cuestiona la omma de Minhyun.

— Omma — musita bajito Minhyun. Es que esa mujer había logrado despertar a Aron, a su novio.

— Es una historia larga— dijo la señora de Kwak.

— Pues necesito confiar en usted, porque ahorita estoy como tutora de Aron hasta que llegue el señor Kwak— dijo seria la omma de Minhyun.

La omma de Aron vio a Minhyun y la omma de Min lo supo.

— Déjenos a solas — pidió y aunque quería negarse Min, no pudo hacerlo por la mirada seria de su omma.

Miro su reloj y como sabía que iba ser una charla larga, y que también era hora de descanso de las terapias... hizo una reverencia y con un:

— Con permiso.

Se retiró Minhyun y corrió hasta donde es el área de psiquiatría.

Vería a Raina, quien ya mejoraba con las terapias y que al parecer ya encontró el amor, aunque el doctor no podía ir más allá con ella porque era su paciente y porque era menor de edad... Raina dijo que esperaría a ser mayor, para que luego no le ponga más excusas.

La vio por la ventana y no quiso interrumpir pues se veía que estaba pasando un ameno momento con su doctor.

Giro sobre sus propios talones, ya no sabía qué hacer, así que se fue al patio y sonrió al tan solo volver a recordar que Aron volvió a abrir los ojos. No fue el causante de dicha acción, pero igual se sentía feliz que su novio haya despertado.

Soñó con los ojos abiertos, recuerdos que formarían con Aron una vez que despierte, aunque sería después de varias terapias de recuperación.

No supo cuánto tiempo soñó, pero es sacado por la voz de su omma.

— Hoy descansara Aron— dijo la omma con una linda sonrisa— ya confirmaron que despertó, pero que necesita descanso, ya mañana a primera hora lo veras.

— Es una buena noticia— sonrió Minhyun— estoy muy feliz.

— Se nota — le sonrió con calidez.

— ¿Y la omma de Aron? — pregunto Minhyun con curiosidad.

La sra Hwang no quito su sonrisa, pero por algunos microsegundos mostro sorpresa, pero que no noto Minhyun.

— Ella es confiable— le sonrió, no mentía y Minhyun confió en su omma.


Estamos de a poco del final de Minron.

Exactamente, el próximo es el penúltimo.

Urushdaur [Minron]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora