Verte otra vez. {Nicolás Lodeiro}

6.

El partido ya se estaba jugando y estaba 0 a 0, hasta que finalmente Boca se puso en ventaja con gol de Komar.

-¡GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL! -gritamos emocionadas.

Hasta que segundos después llegó el gol del empate.

-¡La puta madre! -exclamó Patricia enojada.

-¡¿Me estás jodiendo?! -dijo Tati.

Yo sólo las miré sin pronunciar ni una palabra, estaba muy incómoda como para hablar. Todas fueron muy simpáticas conmigo, pero el problema es que a mi me cuesta bastante entrar en confianza, y ver a Nicolás me incomodaba más.

-Che, Paula. ¿Está todo bien? -me preguntó Magalí.

-Si si. -asentí.

-Es normal que esté incómoda, todas tuvimos nuestro momento de timidez. -dijo Camy, novia de Jonathan, sonriendo.

-Es verdad, menos Patricia, ella llegó y nos saludó a todas como si nos conociera de toda la vida. -rió Cami, novia de Fernando.

-Es que yo soy así. -rió Patricia.

Todas reímos y dejamos el tema de lado.

-Chicas, nada que ver pero, ¿ustedes vieron lo bueno que está mi novio? -dijo Tati, provocando las risas de todas.

-Está bueno, pero nadie le gana a mí novio. -opinó Patricia.

-Yo creo que el mío es el que mejor está, aunque ahora no esté jugando -dijo Camy haciendo una mueca de tristeza.

-Bueno, yo pienso que el más lindo es el mío, obvio. -rió Cami.

-A ver chicas, es obvio que todas van a preferir a sus novios, yo digo que Marco está más bueno que tooodos los que ustedes dijeron, pero acá la última palabra la tiene Paula.

-¿Yo?

-Sí Pau, vos.

-Es verdad, que ella nos diga. -sonrió Camy.

-Ehm, no sé.

-Daaaale, no te hagas la boluda. -rió Patricia.

-En serio chicas, no tengo ni idea. Supongo que son todos lindos.

-Están todos re buenos, eso es obvio -opinó Magalí- pero tiene que haber uno que te llame más la atención, ¿no?

-La verdad que no tengo ni idea, no soy de mirar mucho a los jugadores. -dije.

-Bueno, miralos ahora y después nos decís. -me dijo Patricia.

Las chicas finalmente se olvidaron del tema y continuamos viendo el partido. Estábamos en silencio, viendo el partido atentamente, hasta que llegó el gol que ponía a Boca en ventaja.

-¡GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL! -gritamos.

Minutos después nos calmamos y continuamos viendo el partido. Todo era felicidad en el estadio, la hinchada, los jugadores, pero yo sólo me concentré en Nicolás. Estaba tan perfecto, como siempre, y estaba feliz. Sonreí al ver su cara de concentración. Aparentaba ser un chico serio, pero sólo lo era cuando tenía que serlo, ¿me explico? De todas formas siempre se había comportado como un chico muy alegre y simpático, por lo menos con sus amigos.

-¿Y a vos qué te pasa? -me preguntó Patricia.

-¿A mí? -le pregunté asustada- Na..nada.

-¿Nada? Estás re colgada boluda. -rió.

-Es que me quedé pensando en algo, nada importante. -sonreí.

-Ok, si vos decís...