Narrador omnisciente.
En el departamento de Paula ya estaban todos esperando que empiece el partido.
-Ay ella está feliz porque hoy vuelve a jugar el novio. -rió Patricia.
-Sí, muy feliz. -asintió Paula sonriendo.
-Yo quiero volver a ver a Fer. -dijo Cami.
-Amor estoy al lado tuyo. -le contestó Fernando.
-Volver a verte jugando pelotudo.
-Ah, sé más clara entonces.
-Ay callate Fernando callate.
-No me quiero callar.
-¿Por qué no sos como Adrián y como Agustín? Miralos, re calladitos y tranquilos.
-Uf sí no sabés. -susurró Tati.
-Callate Tatiana. -rió Adrián.
-Chicos ya empezó el partido callensé. -dijo Paula.
-¿En qué momento empezó? -preguntó Cami.
-Hace tres minutos. -rió Magalí.
-¿Me estás jodiendo? -dijo Tati.
-Callensé que quiero escuchar. -dijo Agustín.
* * *
-¡GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL!
Festejaron y después del gol pudieron ver el partido un poco más tranquilos hasta que llegó el entretiempo.
* * *
-Tengo hambre. -dijo Patricia.
-Yo también. -dijo Fernando.
-Qué raro ustedes dos. -rió Adrián.
-Callate enano. -le contestó Patricia.
-No a la violencia. -intervino Paula.
-Él empezó. -acusó Patricia.
-Es cierto, él empezó. -dijo Fernando.
-Dejen a los chicos morfar en paz, y dejen al enano en paz. -dijo Paula.
-¡No soy enano!
-No, quedate tranquilo, no sos enano. -le dijo Paula a Adrián con una sonrisa.
-Já, ven.
-Es que Paula no puede decirle enano a nadie. -dijo Camy.
-¡Callate Camila! -dijo Paula y todos rieron.
-A ver acá casi todos somos enanos así que no nos podemos quejar. -dijo Tati.
-Ay ella defiende a su novio. -rió Cami.
-Yo no soy enano. -dijo Fernando- Todos ustedes sí, enano.
-Uh callate Fernando callate. -le dijo Magalí riendo.
-No quiero.
-Callate Fer. -le dijo Cami.
-No.
-Sí.
-No.
-Callate.
-Callame.
-¡Se callan o los callo a los dos con una trompada! -exclamó Patricia y todos se quedaron callados- Así me gusta -sonrió.
-Pobre Guillermo. -dijo Adrián.
-Pobre de vos si repetís eso. -le contestó Patricia.
-Bueno me callo.
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Verte otra vez. {Nicolás Lodeiro}
FanfictionCreí que te había olvidado, que te había superado, hasta que te vi otra vez.