12.

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Escuché el timbre y me puse de pié para ir a abrir la puerta.

-¡Hola! -dijeron todas las chicas al mismo tiempo.

-Hola -les sonreí-, pasen.

-Al final ni fuiste a verme eh. -me dijo Patricia.

¡Cierto! Me había olvidado por estar con Nicolás.

-Ay es verdad, bueno, me olvidé. 

-Qué mala amiga. -rió.

-Ay que ordenadito, me da lástima saber que en unos meses ya no vas a vivir en un departamento tan...así. -dijo Tati mientras observaba todo el departamento.

-¿Qué? ¿Por qué? -pregunté confundida.

-Vos no sabés lo que son los jugadores de fútbol, desordenan todo.

-Es verdad, Guillermo deja todo tirado y yo me tengo que bancar el desorden.

-Posta. -rió Cami.

-¿Y qué tiene? Si yo no salgo con ningún jugador. -reí.

-Pero en poco tiempo sí vas a salir con uno. -me contestó esta vez Camy.

-¡Ya les dije que no me van a convencer! -insistí.

-Como digas Pau, como digas. -rió Patricia.

-¿Van a la cancha mañana? -les pregunté.

-Obvio. Y vos vas a venir con nosotras. -dijo Tati.

-¿Otra vez?

-Vamos siempre, y a partir de ahora nos vas a acompañar.

-Ehm, ok.

-¡Esperen! -dijo Patricia.

-¿Qué pasa? -pregunté confundida.

-¡No te negaste! Ya veníamos preparadas para insistir como mínimo unas treinta veces.

-Es que no tiene sentido si al final siempre termino haciendo lo que ustedes me dicen que haga.

-Es verdad.

Nicolás me había dicho que le iba a gustar verme ahí, vamos a ver si es verdad.

Verte otra vez. {Nicolás Lodeiro}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora