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Narrador omnisciente.


Nicolás no podía soportar ni un segundo más sin Paula, por lo que se encontraba en la puerta de su departamento. Sin ella no era nada, necesitaba sus besos, sus abrazos, sus palabras, sus miradas, la necesitaba a ella, y si no la recuperaba... no quería ni pensar en lo que pasaría si Paula no volvía con él. Tocó el timbre y escuchó como, unos segundos después, Paula se aproximaba a la puerta.


-Nicolás -dijo sin expresión.

-Pau.

-¿Qué querés?

-¿Podemos hablar?


Paula lo pensó unos segundos para luego contestar:


-Pasá.

-Gracias -asintió Nicolás y entró en el departamento de su ex novia.

-Hablá, dale.

-Perdoname.

-Si vas a seguir con eso ya te voy diciendo que te vayas.

-Pau, en serio, necesito que me perdones. Estoy hecho mierda, la culpa me está matando, te extraño mucho, te necesito. Por favor, perdoname.


Paula notó que esas palabras eran sinceras, por lo que abrazó a Nicolás.


-Nico...

-¿Y ese abrazo? ¿Qué significa? -preguntó Nicolás ilusionado.

-Yo no estoy preparada para perdonarte todavía.

-¿Qué?

-Necesito tiempo.

-¿Eso significa que en algún momento me vas a perdonar?

-No sé si me vas a seguir queriendo.

-Yo siempre te voy a amar.

-No lo creo.

-¿Por qué decís?

-En estos días he hecho muchas cosas.

-¿Muchas cosas?

-Cosas que no te van a agradar.

-Paula no me asustes.

-Perdoname Nico, perdoname vos a mí.

-Yo te perdono lo que sea si vos me perdonás a mí.

-Nico... -susurró entre lágrimas Paula.

-No Pau, no llores por favor.

-Es que...

-Yo te perdono cualquier cosa, pero no llores.

-Vos sos tan bueno y yo...

-¿Vos qué, Pau?

-Yo lo único que pensé cuando terminamos fue en vengarme.

-No pasa nada, eso ya es pasado.

-Yo estuve con Mateo.


Esas palabras rompieron el corazón de Nicolás.


-No importa -respondió con dolor.

-También estuve con Agustín.

-¿Hiciste eso para vengarte de mí?

-Sí -asintió Paula llorando-, por eso no merezco que vos seas tan bueno conmigo.

-Estabas enojada, lo entiendo. Lo mío fue peor.

-No, vos lo hiciste porque yo fui una tarada que te trató mal.

-No Paula, no me refiero a eso.

-¿A qué te referís entonces?

-Yo estuve con otra chica.

-Ese día -dijo Paula, aunque sabía a lo que se refería Nicolás.

-No, yo te había engañado antes.

-¿Qué?

-Perdoname.

-¿Por qué?

-Llevábamos poco tiempo juntos, pensé que no tenía importancia. 

-O sea que vos ya me habías engañado antes.

-Sí -admitió triste Nicolás.

-Yo... no sé cómo tomarme eso.

-Fue hace mucho Pau.

-Pero lo hiciste.

-Sí, y por eso te estoy pidiendo perdón.

-Si antes lo mejor era tomarnos un tiempo, ahora lo mejor va a ser definitivamente separarnos, tomar caminos diferentes. Vos hacé tu vida -dijo Paula secándose las lágrimas-, y yo voy a hacer la mía.

-Pero yo te amo, no puedo vivir si vos no estás conmigo.

-Sí, sí podés. No me amás, sólo soy un capricho. No soportás que yo haya terminado con vos, eso es lo que te pasa.

-Te amo Paula.

-¡Dejá de mentirme!

-¡No te miento!

-¡Te conozco y sé que lo estás haciendo! ¡Andate!

-Paula...

-¡No te quiero ver nunca más en mi vida! 

-No me digas eso.

-¡Andate!

Verte otra vez. {Nicolás Lodeiro}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora