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Narrador omnisciente.

Todos estaban en el departamento de Paula esperando a que empezara el partido de Argentina.

-Ay extraño a Nico. -dijo Paula.

-Dominada te dicen. -le contestó Guillermo.

-Uh sí mirá quien habla. 

-A vos no te supera nadie Paulita.

-Callate Guillermo, si sos re gobernado así que te callás.

-Vos sos goberna...

-¡BASTA! -exclamó Patricia y los dos se callaron- AY PARÁ BOLUDO MIRÁ LAS CARAS QUE PUSIERON NO DOY MÁS. -dijo riéndose desesperadamente.

-Estoy considerando llevarte con un Psiquiatra mi amor. -le dijo Guillermo.

-Andá buscando el número de alguno. -añadió Jonathan.

-Totalmente de acuerdo, esto es grave. -asintió Fernando.

-Callensé manga de pelotudos. -les contestó Patricia, por lo que todos rieron.

-Ustedes no pueden estar ni dos minutos sin pelear. -dijo Tati.

-Mirá quién habla. -dijo Camy.

-Yo no soy peleadora.

-Noooooo, para nada. -dijo sarcásticamente Magalí.

-A ver acá nadie se puede quejar de nada. -dijo riendo Cami.

-Es verdad. -dijeron todos.

*   *   *

-¡GOOOOOOOOOOOOOOOOL! -gritaron todos cuando la selección se puso en ventaja.

-Chicos pásenme la Coca Cola que tengo sed. -dijo Tati.

-Se terminó. -le contestó Adrián tranquilmente.

-¿Cómo que se terminó? 

-Tenía sed che... -dijo Jonathan.

-Yo no pienso ir a la cocina a buscar otra. -dijo Tati.

-Te quedarás con sed entonces. -le dijo Marco riendo.

-Tarado.

-Algún hombre -remarcó- que vaya a buscar la gaseosa a la cocina por favor. -dijo Tati, pero todos siguieron viendo el partido como si nada- Cierto que acá no hay hombres.

-No jodas Tatiana. -le dijo Guillermo.

-Pero chupame la pija Guillermo.

-¿Tenés pija? -intervino Jonathan.

-¡BASTA! -exclamó Paula- Voy a ir yo, pero cállense un rato que quiero ver y escuchar el partido en paz por favor.

Paula se levantó y fue a buscar bebida y obviamente comida también a la cocina.

-Puto. -le susurró Tati a Jonathan.

-Tarada.

-Idiota.

-Hueca.

-¡CALLENSÉ LOS DOS! -les gritó Camy.

-Jonathan calmá a tu novia. -le dijo Marco sin dejar de mirar el partido.

-Callate puto. -le dijo Camy a Marco.

-Uh ¿ahora van a empezar ustedes dos? -intervino esta vez Magalí.

-Él empezó. -se defendió Camy.

-Y todo esto empezó por una Coca Cola. -dijo Cami indignada.

-Y bueno tenía sed mierda. -dijo en su defensa Tati- Y ustedes -señaló a los chicos- no merecen ser llamados hombres, maricones. Ninguno fue capaz de levantarse e ir a buscar una -remarcó con indignación- Coca Cola a la cocina. Flojos de mierda. No entiendo, son futbolistas, pueden correr 90 minutos seguidos pero ninguno es capaz de levantarse e ir a la cocina a buscar algo.

-¡BAS-TA! -exclamó Paula cuando llegó, asustando a todos.

Verte otra vez. {Nicolás Lodeiro}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora