14.

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Ya estábamos en nuestros lugares esperando a que empezara el partido, los chicos todavía no habían salido, por lo que nosotras sólo hablábamos, aunque yo como siempre estaba colgadísima, y ahora más porque estaba esperando para ver a Nicolás. Sí, listo, lo dije.

-Eu, Pau. -me dijo Camy.

-¿Qué pasa? -pregunté.

-¿Por qué estás tan distraída? -me preguntó.

-No, por nada -reí-, estoy esperando a que salgan los chicos.

-Ah ok. -asintió.

Luego de unos 15 minutos los chicos salieron, vi a Nicolás y él justo me vio a mi, me sonrió y me saludó, por lo que hice lo mismo. Sentí la mirada de las chicas sobre mi, ¿ahora qué hice?

-Ehm, ¿qué pasa? -les pregunté incómoda.

-¿Yo vi mal o saludaste muy sonriente a Nicolás? -me preguntó Magalí.

-¿Qué tiene de malo?

-¡Con razón estaban tan juntitos el otro día! -exclamó Tati.

-Chicas solo lo saludé, nada del otro mundo.

-¿Vos no viste la cara de felicidad que puso cuando te vio? -dijo Patricia.

-Ya estás exagerando. -reí.

-No está exagerando, yo también lo vi. -dijo Camy.

-Yo lo vi también. -se unió Tati.

-Lo vimos todas. -añadió Cami.

Sólo reí y volví a mirar hacia adelante. ¿Será verdad lo que dicen las chicas?

Verte otra vez. {Nicolás Lodeiro}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora