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-Agus... -le dije.

Él se dio vuelta asustado y me miró confundido.

-¿Qué hacés acá Paula?

-Quería saber como estabas.

-Estoy bien.

-Te conozco Agus.

-Estoy bien, en serio.

-Te conozco y sé que no te gusta que las personas se preocupen por vos, pero vos también sabés que yo siempre me preocupé por vos.

-Pau...

-Te quiero y no me gusta verte así.

-Yo...

No dije nada y sólo lo abracé.

-Yo no te voy a juzgar, podés confiar en mi.

-Te necesito.

-Acá estoy.

-Yo sé que a veces reacciono mal y me mando boludeces, pero no lo hice con mala intención.

-Te creo.

-Y no es lindo que todos te juzguen, que todos digan que soy un mala leche, y, lo admito, me hace mal, me hace mierda escuchar como todos me critican por algo que no hice a propósito.

-Yo te creo Agus, y entiendo que debe ser difícil, pero las personas siempre critican y no se puede hacer nada más que ignorarlos. Los que te queremos sabemos que vos no sos una mala persona y no nos gusta verte mal.

-Te quiero Pau.

-Yo también te quiero.

-Sos tan linda... ¿cómo pude ser tan boludo?

-Agus...

-Siempre fuiste perfecta, y lo seguís siendo. Como me arrepiento de haber arruinado todo.

-Agustín eso ya quedó en el pasado.

-Para mi no.

-Fue hace mucho.

-Pero yo todavía no te puedo olvidar.

-Agust...

-¿Paula?

Verte otra vez. {Nicolás Lodeiro}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora