Capítulo 14

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-¿No?

-No-repito

-Ya conocerás a alguien así. Por cierto ya descubrí cómo se conocieron nuestros padres.

-¿Cómo?-digo emocionada.

-Mamá me contó que cuando tenía 22 años vivía en Berlín y mientras corría por las mañanas (como siempre), se cayó en unos arbustos con espinas y se cortó el brazo. Así que fue al hospital para que le hagan los puntos y ahí conoció al sexy joven doctor que la atendió, quien es nuestro papá.

-¿Ella dijo sexy joven doctor?-río.

-Tal vez exagero pero dijo algo así. Como sea, él la invitó a salir y fueron al Fernsehturm donde tuvieron una romántica cena en su restaurante panorámico. Y ahí nació el amor.

-Nunca he ido al Fernsehturm.

-Te llevaré cuando llegue o tengo una mejor idea.-dice emocionada- Les decimos a nuestros papas que los cuatro cenaremos allá, haremos reservaciones y todo. Pero el día de la cena nosotras dos cancelamos y los dejamos solos. Así recrearemos su primera cita.

-Que mente tan malvada e inteligente, hermana.

-Lo sé. Ahora debería irme. Mamá quiere que vayamos a recorrer la ciudad en un rato.

-Genial. Pueden ir al museo de...

-¿Museo?-me interrumpe-Ahí me perdiste.

Ruedo los ojos-Bien, mejor no diré nada solo que te diviertas.

-Lo haré y Ellie...-hace una pausa-Todo saldrá bien con papá.

-Eso espero. Adiós, Emma. Te quiero.

-Y yo a ti hermana-dice antes de colgar.

Espero que papá me quiera como a Emma. Y no solo él. ¿Qué hay de Manuel? Sé que cuando me ve, él piensa que soy Emma. Y ahora que sabe que no lo soy, no me hablará como solía hacerlo.

Me gusta. Lo admito. Y eso me convierte en una mala persona. Manuel es el novio de mi prima.

-¿Estás bien?-Me sobresalto al oír su voz a mi lado. Ni siquiera me había dado cuenta de su presencia.

-Te has acostumbrado a asustarme, Manuel-sonrío tímidamente.

-Lo siento-sonríe-¿Vamos a mi auto? Hace frío aquí afuera.

-Claro-asiento levantándome y siguiéndolo hasta donde están los autos estacionados muy cerca de la casa.- ¿Ya son las 3?

-No, aun no. Pero quise ser puntual y...al parecer tu igual-Manuel desactiva la alarma y me hace pasar al asiento del copiloto.

-En realidad recibí una llamada que me despertó.-él frunce el ceño mientras se dirige al asiento del piloto. Puedo ver su rostro gracias a las luces que hay en diversos faroles afuera de mi casa.

-¿Era Emma?-pregunta cuando ya está dentro del auto y cierra la puerta.

El auto al tener calefacción hace que los dos nos quitemos los abrigos y quedemos solo con la ropa de dormir. Su pijama consiste en un pantalón de franela negra y un polo manga larga gris, además de sus pantuflas que tienen un logo rojo y azul que no alcanzo a leer.

Tú a Canadá, yo a Alemania | Manuel NeuerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora