Capítulo 52

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Manuel comienza a contar todo. Intervengo algunas veces, igual que Marcel o Thomas. Philipp también escucha todo atentamente y debo decir que de verdad es una larga historia. No puedo creer todo lo que he vivido desde que llegué a Alemania, sin contar cuando Manuel y yo nos chocamos en el aeropuerto de Vancouver.

Manuel omite ciertas partes, como la forma en la que Thomas se enteró de lo nuestro. Yo creo que sería muy raro e incómodo que ella lo supiera.

-Entiendo todo pero...-Marita nos mira confundida-no puedo creer que Nina haya engañado a Manu.

-Ninguno lo vio venir-comenta Philipp alzando las cejas, claramente sorprendido.

-Las apariencias engañan...y mucho-Marita me mira con cierta suspicacia y no puedo evitar sentirme intimidada. Creo que desconfía de mí.

-¿Y qué dices, mamá?-dice Manuel mirándola con ilusión, igual que todos.

-Bueno, yo...-respira hondo-No sé, es que todo ha pasado tan rápido-me mira junto a Manuel, quien aprieta un poco mi mano-Creo que deberían esperar. No me estoy negando-dice rápidamente antes de que alguno hable-solo tómense las cosas con calma. No hay apuro.

Manuel y yo nos miramos y asentimos mostrándonos de acuerdo con su madre, quien sonríe con ternura por primera vez. Ese gesto nos alivia a todos y mucho más a mí...aunque no estoy segura que la cuestión sea esperar.

La puerta frente a nosotros se abre y todos no podemos evitar saltar de nuestros asientos cuando vemos a varios doctores y enfermeras salir. Uno de ellos se acerca a nosotros mientras se quita la máscara quirúrgica.

-¿Cómo está mi esposo?-dice rápidamente Marita.

-¿Estará bien?-pregunta Manuel.

-¿Cómo salió la operación?-dice Marcel.

El doctor levanta las manos para pedir calma y cuando la consigue comienza a hablar-Fue una operación complicada. Tuvimos que reparar el tejido pulmonar debido a la perforación. Colocamos tubos en la garganta para aclarar las vías respiratorias bronquiales...-nos mira fijamente y hace una pequeña pausa. ¿Tubos en la garganta? Eso debió doler muchísimo-Gracias a Dios, la operación salió bien-Todos damos un suspiro de alivio. Marita abraza a sus dos hijos-El señor Neuer necesita mucho reposo para que las heridas sanen. Ya pasó lo peor-sonríe tranquilizadoramente- Ahora debemos ver lo que suceda en las siguientes horas.

Esto es muy bueno. Peter salió muy bien de la operación, ahora debe descansar y estoy segura que pronto se recuperará completamente.

-Muchas gracias, doctor.

-Gracias, doc.

Él sonríe, creo que satisfecho con el logro-Transferiremos a Peter de habitación. Los veo después-hace un gesto con la cabeza indicando una despedida y luego se va.

Marcel y yo decidimos ir a la cafetería del hospital; ya casi es hora del desayuno y probablemente nadie ha comido o tomado nada. Nos decidimos por llevar café, junto a algunos pasteles. Justo antes de regresar, vemos a Marita viniendo hacia nosotros.

-Probablemente solo quiere hablar contigo acerca de Manu. No te preocupes-dice tranquilizadoramente. Él sostiene tres recipientes de café encima de un soporte de plástico y yo igual, por lo que me quita uno, junto a la bolsa con pastelitos, dejándome con dos cafés en el soporte-Me iré adelantando-dice antes de dejarme sola.

Gracias, Marcel.

Marita llega hasta donde estoy y voltea a ver a Marcel un momento, cuando él desaparece de nuestra visión, sonríe y me mira. Le devuelvo la sonrisa tímidamente y le entrego uno de los cafés el cual acepta.

Tú a Canadá, yo a Alemania | Manuel NeuerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora