Tú a Canadá, yo a Alemania | Manuel Neuer

Capítulo 75

-Buenos días, Ellie-se acerca hasta la jaula y me pasa la bandeja-En serio juegas sucio. Jeremy está descansando después de los puntos que le cosieron ayer-No parece molesto-Al menos ahora sé quién eres-Por eso no está molesto-Termina tu desayuno, te necesito activa.

Comienzo a comer lentamente las tostadas y bebo el café. Supongo que será mi último desayuno.

Estoy resignada, sé que me mataran pero eso no significa que no voy a luchar hasta el final. Al menos debo dejar una prueba de que Joel y Jeremy fueron los que me hicieron esto.

Joel espera pacientemente a que termine mientras creo que juega con su celular.

-Gracias-susurro al terminar y pasarle la bandeja. Esta vez fue cuidadoso con los utensilios. El vaso que contenía el café era de plástico, el plato también y me dio tostadas para no tener que darme tenedor o cuchillo-Quiero ir al baño.

Joel frunce el ceño y mira a su alrededor-¡Maldita sea! Semanas planeando esto y no hay un maldito baño-respira hondo y se calma. ¿Semanas?-No importa-Joel agarra un trapo, luego abre la jaula con una llave que saca de su bolsillo y me toma del brazo para agarrarme. Pasa el trapo alrededor de mis ojos y lo amarra en la parte posterior de mi cabeza. Ahora no puedo ver nada.

Joel me agarra los dos brazos y los pone en mi espalda, luego me dirige por las escaleras hasta salir del sótano.

Hay silencio por todo el lugar pero siento un fuerte olor a...¿químicos? ¿Óxido? Es demasiado fuerte.

Joel abre la puerta de una habitación y me hace entrar junto a él.

-Hazlo.

-No puedo si tu estas aquí.

-Maldita sea-Joel parece tomar varias cosas y después de casi un minuto vuelve a hablar-Tienes un minuto. No intentes nada porque no hay salida posible.

Se escucha la puerta cerrándose y aprovecho en quitarme un poco el trapo de mis ojos. Joel tenía razón, no hay salida y tampoco no hay nada con lo que defenderme. Resignada, hago lo que mi cuerpo me pide y luego me vuelvo a poner el trapo en el rostro.

-Ya puedes entrar.

Joel entra y de nuevo me dirige hasta el sótano con los ojos vendados.

-Muy bien-dice retirándome la venda y haciéndome entrar a la jaula. Rápidamente él la cierra-Ahora necesito que hagas una llamada por mí.

-No hay necesidad-Joel frunce el ceño-Yo te pagaré lo que quieres.

Él comienza a reír a carcajadas.

Estoy tan avergonzada pero no quiero que Manuel se perjudique económicamente por mí. Probablemente él tenga que mandar el dinero que pide Joel, obviamente si Manuel acepta o tiene la cantidad que Joel quiere.

-Tú quieres pagar-sigue riendo pero poco a poco se calma-Sé que eres fotógrafa y no vas a poder. Créeme, yo soy economista y no podría pagarlo así de rápido...

-Por una sesión cobro lo mismo que tú en un mes-digo seriamente y para sorpresa de él ya que deja de sonreír. En lo que digo escondo la verdad. Es cierto que se paga como digo, solo que Bella lo recibe y después lo divide con todo el equipo.

-Pues yo necesito el dinero ahora. A menos que tengas dos millones de euros en tu bolsillo, puedo aceptar tu trato.

¡¿2 millones de euros?! Pensé que sería menos.