Tú a Canadá, yo a Alemania | Manuel Neuer

Capítulo 50

-Tengo un mensaje que entregarte-dice con voz profunda desde detrás de la máscara y por encima de la estruendosa música.

-¿De quién?-digo con voz temblorosa intentando mantenerme alejada lo más posible de él.

El hombre saca de su bolsillo un papel doblado y me lo entrega-De Joel Braun.

Joel... ¿Ahora qué quiere conmigo? Pensé que las cosas con él ya habían terminado desde que lo vi en la fiesta del desfile de caridad, en donde de nuevo intentó aprovecharse de mí, sin contar que estuvo drogado y ahora enfrenta arresto domiciliario.

Tomo el papel y lo desdoblo, veo una letra corrida escrita con tinta azul que me da una dirección de Berlín con una hora-Él quiere hablar contigo mañana.

Alzo mi vista hacia el hombre de la máscara-¿Qué quiere Joel conmigo?

-Eso lo averiguarás. Ahora, debo decirte algo-ladea la cabeza. Luce aterrador con esa máscara, me pregunto quién es-Si le dices a alguien sobre esto yo lo sabré...y no será agradable para ti-advierte de forma amenazadora-¿Entendiste?-trago saliva y asiento débilmente-No te he escuchado.

-Entendí-digo intimidada.

-Bien-parece satisfecho y más relajado. Se voltea a abrir la puerta con la llave que tiene.

-¿Quién eres?-frunzo el ceño. Sé que no me hará daño pero, ¿por qué se esconde detrás de una máscara?

El hombre abre la puerta-Eso no necesitas saberlo-masculla antes de irse y desaparecer.

Intento calmar a mi corazón y respirar con normalidad, cuando lo logro vuelvo a ver la nota.

Joel quiere verme y no quiere que nadie lo sepa, además envió a alguien para asustarme de esta forma y asegurarse de que fuera hasta Berlín mañana...Está loco.

Quiero irme a casa. Lo dije, siempre algo malo me pasa cuando voy a una fiesta. ¿Cuándo aprenderé la lección?

Salgo de la casita y camino al lado de la piscina hasta llegar a la entrada trasera del salón pero justo en este momento alguien sale...alguien de casi dos metros que reconozco muy bien.

Rápidamente escondo el papel detrás de mí.

-Ellie-suspira observándome relajado pero luego frunce el ceño-¿Estás bien? Luces pálida.

Es más que eso, estoy atemorizada y confundida pero comienzo a recordar lo que acaba de pasar con Nina y una ira se apodera de mí-Estoy bien-mascullo pasando por su lado para dirigirme al salón pero él me agarra del brazo izquierdo.

-¿Qué te pasa?

-¿Qué que me pasa?-digo indignada alzando la vista para observar sus ojos azules-Nina es lo que pasa.

Manuel se da cuenta de lo que hablo porque parece recordar-Ellie, tú sabes que yo no quiero estar con dos chicas-sacude la cabeza-Quiero ser un completo y terrible idiota solo para ti.

-Te vi besándote con Nina-digo molesta.

Él desvía la mirada-Que conste que ella me besó.

-¿Y eso mejora las cosas?-murmuro expulsando todo el aire que contuve sin darme cuenta-Manuel, ¿cuándo se acabará todo?

-Se suponía que mañana-dice en voz baja mirándome arrepentido.

-Bueno, cuando lo hagas me avisas-digo de forma sarcástica-Ya que yo soy la tonta que está esperando.

-Ellie-me llama pero no le hago caso y me voy.