Capítulo 41

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Maratón 4/7 :)

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Mientras veo las fotos en mi "muro de escape", diferentes recuerdos vienen a mi mente pero hace mucho que no pongo nuevos recuerdos. Manuel debería estar ahí pero...eso es imposible. Nina podría entrar en mi habitación y se daría cuenta de lo que ha estado pasando. Debido a eso, he escondido mis fotografías en un lugar muy seguro.

Una foto llama mi atención. No puedo evitar sonreír al verme a mí misma en mis épocas de universitaria junto a Sophie. Yo con melena corta y ella con una melena larga y rubia. Las dos usamos gorros con la inscripción: Canadá lo cual justo ahora me da mucha nostalgia.

I have homesick.

Estos días han pasado lentamente y debo decir que no han sido buenos. Cada vez que llego muy cansada del trabajo me encuentro con una "sorpresa" de Bender que yo debo limpiar ya que Nina no lo hace. Y no sé si el perro me odia pero ya van cinco veces que orina en la puerta de mi habitación.

Amo a los animales pero no soporto la mala costumbre de Bender. De niña tuve una perrita llamada Lila, ella era muy limpia y bien educada, no entiendo por qué Bender no me hace caso nunca. Siempre intento enseñarle algo pero es demasiado rebelde.

Extraño demasiado a Manuel. Lamentablemente nos hemos comunicado muy poco. La diferencia de horario no es abismal pero sus sesiones de entrenamiento sí, además no puedo hablar con él cuando Nina está presente.

Mañana es la entrega del balón de oro por lo que él ha viajado a Mónaco. La verdad es que nunca en mi vida he visto una entrega del balón de oro. Según lo que Alfred me dijo hace mucho es que es el premio al mejor jugador del año y yo nunca he visto jugar a Manuel. Por los periódicos y programas de Alemania sé que se apoya a Manuel y se ha destacado las grandes atajadas que ha hecho pero yo ni siquiera he visto a Manuel agarrando un balón.

Hoy trabajo y mañana tengo el día libre, así que junto a Nina volveremos a Berlín para ver la ceremonia en familia, de paso que recojo mi nueva identificación. Estos días no he tenido tiempo para procesar un nuevo brevete de conducir pero creo que aún no es necesario.

Solo debo terminar esta sesión de fotos para una campaña de ayuda a los niños huérfanos. He quedado tan maravillada con los pequeños que no pude negarme a inscribirme como voluntaria para ayudar en su cuidado. Bella y Lucas igual, por lo que los tres seremos voluntarios todos los martes por las tardes.

Nuestro trabajo ha sido toda esta mañana por lo que quedamos libres justo antes del almuerzo.

Todos estos días Nina ha estado yendo a la universidad a arreglar horarios y lo he comprobado ya que si se encuentra con su amante, yo lo sabré. Tal vez me estoy volviendo una acosadora pero en verdad quiero conseguir la prueba. Hasta he convencido a Nina para que vaya a mi trabajo. Es que no quiero perderla de vista en ningún momento. Además, a ella le divierte ver las sesiones de fotos y a veces es una gran ayuda para armar la escenografía, lo que hace que ella gane algo de dinero extra.

-¿Podemos comer algo antes?-me dice Nina cuando estamos en su auto con algunas de nuestras cosas listas para regresar a Berlín. Bender está entre nosotras y creo que dentro de poco será presentado a la familia.

-De acuerdo-acepto ya que también tengo hambre y deberíamos llenar nuestro estómago antes de comenzar las largas horas de viaje.

Nina celebra mientras pone en marcha el carro.

A veces no puedo creer que Nina sea esa persona...la Nina que engaña a Manuel, la Nina que engaña a Emma...la Nina que engaña a todos.

Estos días junto a ella han sido relativamente normales y ella parece ser una persona floja, descuidada, tal vez inmadura pero, al menos conmigo, es buena y amigable. Las apariencias engañan, esa es la frase de Nina y creo que la mía porque empiezo a pensar...en el caso de que consigo la prueba, Nina me odiará de todas formas ya que he sido tan falsa con ella todo este tiempo.

Tú a Canadá, yo a Alemania | Manuel NeuerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora