Tú a Canadá, yo a Alemania | Manuel Neuer

Capítulo 74

Escucho un sonido lejano, como si alguien estuviera moviendo cosas de vidrio con delicadeza.

Lentamente abro mis ojos. Todo está borroso pero poco a poco mi vista se recupera y se acostumbra a la leve oscuridad de la habitación en donde me encuentro.

Siento mis manos frías al igual que mis piernas. Noto que alguien ha retirado mis tacones.

Mi corazón se hunde y un jadeo se escapa de mis labios. Me siento tan rápido que todo el cuerpo me duele a causa de haber estado tirada en el suelo de madera.

Parezco un animal ya que me encuentro en una especie de jaula grande y cerrada por un candado que agarro cuando alargo mi mano para alcanzarlo. Es imposible abrirla sin una llave. Me levanto frustrada e intento mover la puerta de la jaula pero, obviamente, no cede.

Busco en el bolsillo de mi abrigo y mi bolso no está.

El ruido de una puerta abriéndose me asusta pero también me alivia un poco ya que entiendo sobre el lugar en donde estoy. Gracias a la luz que entra por la puerta abierta que se encuentra en la cima de la escalera, entiendo que estoy en un sótano lleno de cajas demasiado ordenadas.

Dos hombres entran y uno de ellos prende la luz. Ahora puedo verlo todo, incluso a ellos.

Son Joel junto a Jeremy.

No sabía que se conocieran y tampoco puedo creer que Jeremy y Joel estén en Múnich; el último supuestamente se iba muy lejos. El exnovio de mi madre luce muy diferente ya que se ha rapado el cabello.

Los dos bajan las escaleras sin despegar sus miradas de la mía. Joel en sus manos lleva una bandeja con un plato con comida y un vaso con agua mientras que Jeremy una muda de ropa para mujer incluyendo zapatillas.

-¿Cómo te sientes?-pregunta Joel al pisar el último escalón, después se acerca hasta mí y ahora lo único que nos separa es una reja-Lamento lo del cloroformo-hace una mueca-se me pasó un poco-Lo observo, horrorizada. ¿Cómo puede hablar con tanta normalidad?-Así que... ¿Cómo te sientes?

Jeremy se sienta en una silla un poco más atrás y nos mira atentamente.

¿Por qué me hacen esto? Una parte de mí sabe que esto no acabará bien. Joel quiere venganza pero ¿qué quiere Jeremy? ¿"Hacerme pagar"?

-Nunca había estado mejor-contesto sarcástica pero con expresión seria.

Jeremy sonríe de lado.

-Te traje algo para comer-Joel levanta la bandeja sin hacerle caso a mi sarcasmo.

-No tengo apetito-Estoy muerta de miedo, no quiero comer, aunque... ¿cuánto tiempo he dormido? ¿Alguien ya habrá notado mi ausencia? ¿Manuel lo sabrá?

Dios, Manuel...Me pregunto qué habrá pasado, espero que no piense que me arrepentí.

-Deberías comer-pone la bandeja en el suelo y me la pasa por una pequeña abertura. No la había visto antes pero igual no me serviría. La abertura es demasiado pequeña, no puedo pasar por allí-Has dormido demasiado, ya casi va a anochecer-No confío en él-No tiene nada. Lo prometo-dice leyéndome el pensamiento-Jeremy te trajo ropa para que te sientas cómoda.

Joel toma la muda de ropa y también la pasa por la pequeña abertura.

Alzo las cejas ya que ellos quieren que me sienta cómoda con esa ropa pero aun así me dejan tirada en el suelo.

-Come-ordena firmemente por lo que le hago caso y comienzo a comer lentamente.

En la bandeja hay un trozo de pizza y un vaso con agua. Amo la pizza pero ahora la estoy odiando