Corrimos como nunca en nuestra vida con la intención de pasar desapercibidos y evitar que el chico fuera reconocido.
Entramos al departamento y abrimos la puerta con rapidez, sólo para regular nuestra respiración en cuanto estuvimos dentro de éste.
—¿Están consientes de todos los problemas que tendrán si alguien se entera que están aquí? — les dije en cuanto pude.
—Sí, pero es que Jungkook quería...— su compañero más joven lo golpeó con su codo cerca de su vientre, haciendo que el mayor se quejara.
—Ambos queríamos invitarte a almorzar algún lado— pronunció con fuerza la primera palabra— ¿Quieren ir a comer algo?
Lo miré seria.
—¿Eso es un no?— preguntó Jungkook.
—¡Claro que es un no! Supongo que saben que todo Corea los conoce. Se armará un caos si alguien los reconoce y los ve con nosotras.
—Pero tenemos hambre, no hemos comido nada— dijo Jimin con un rostro triste, frotando su estómago en señal de hambruna.
—Podríamos almorzar aquí — dijo Jennifer por fin — quizá les agrade la comida colombiana.
—¡Esa es una gran idea!— dijeron los Idols de forma monótona. Posteriormente se dirigieron corriendo a la pequeña barra que dividía la cocina de la sala de estar, como si de niños pequeños se tratase.
Miré a Jennifer, completamente sorprendida por lo que había dicho. En cambio, ella parecía muy feliz con la presencia de los cantantes.
—Vic, ¿Podemos hablar en privado?— dijo mientras sonreía a los chicos. Entonces me tomó del brazo y me llevó a mi habitación sin siquiera esperar una respuesta.
— ¿Por qué no me contaste que estabas saliendo con él? — susurró en español.
— ¡¿Qué?! No estoy saliendo con él — aclaré.
— ¿Entonces por qué llegó de repente a nuestro departamento y ahora quiere invitarte a almorzar?
— No tengo idea, ni siquiera vas a creer cómo es que se enteraron del dónde vivimos.
Jennifer carcajeó ligeramente —¡Esto es genial!
La miré con miedo, ¿Cómo es que ella estaba tan tranquila?
—¡¡Es una locura!! Si alguien llega a enterarse que estuvieron con nosotras vamos a tener muchos problemas.
— Vamos Vic, esto no es malo... Nada malo— sonrió con picardía.
—Es algo muy malo— dije —¿Qué tal si esto afecta nuestras becas?
—Estás siendo muy paranoica. Esto no nos afectará, — Jennifer sujetó mi hombro— y si es así, les diremos a los chicos que nos adopten.
Entonces golpeé su brazo con mi mano —No bromees con estas cosas— regañé.
Y ella comenzó a reír —¡Ya! Disfrutemos esto, después nos lamentamos. Por lo pronto, debes peinarte y usar un mejor atuendo. Tu pijama es linda, pero no enamorarás así a nadie.
Con el apresuro que tuve por buscar a Jimin, olvidé por completo que apenas me había levantado.
Lejos de molestarme, me causó gracia el comentario de mi compañera —Cállate, boba.— Ella se rió de igual manera.— No tardaré.
Y después se fue.
Minutos después, mi cabello estaba más presentable y usaba un jean negro ajustado, un jersey amarillo pastel y un par de Van's del mismo color que mi suéter.
Cuando entré a la cocina dispuesta a ayudar a Jennifer, los cuatro platos estaban servidos y listos para disfrutar. Además, gozábamos de una taza de chocolate caliente para acompañar. Todo se veía delicioso.
Tomé asiento a un costado de Jungkook, mientras él y Jimin disfrutaban del almuerzo.
— Ya no debes preocuparte Sun hee, Jimin y yo nos encargaremos del asunto— dijo Jungkook.
— Así que él también te llama Sun hee, ¿eh?— Jennifer detuvo su bocado en el aire para cuestionar.
Entonces dejé de jugar con mi tenedor para mirar a mi amiga — Hm, es una larga historia. Te la contaré después.
— ¡¡Wow!! — exclamó Jimin —Esta comida es realmente deliciosa.
Jennifer sonrió orgullosa ante las palabras del Idol.
— Mhm,— confirmó Jungkook, con el ceño fruncido. Parecía estar molesto, pero pronto descubrí que esa era la expresión que hacía cuando algo le parecía delicioso. — Aunque también me gustaría probar la comida mexicana. Sun hee, ¿Cuándo prepararás algún platillo?— tenía la sonrisa más tierna dibujada en su rostro.
Me quedé pensando sobre si era una buena idea decirle la verdad —No lo sé, quizá pronto— mentí.
Si alguna vez han tenido algún amigo inoportuno, Jennifer era una de ellas en mi vida.
—Mañana es tu turno de cocinar, ¿Lo olvidaste?— dijo la chica con astucia. Yo sólo le sonreí sarcásticamente, haciéndole saber que estaba siendo poco sutil.
—¡¡Genial!! Entonces estaremos aquí mañana, ¿O no, Jimin-ssi?— su amigo asintió, ya que su boca se mantenía ocupada, masticando —¿Qué deberíamos traer?
—¿Qué? No— dije con firmeza — Ustedes no volverán a escaparse, y menos para venir aquí.
—Vamos Sun hee, queremos probar tu sazón — pronunció Jimin.
— Sí, SUN HEE — Jennifer recalcó el nombre coreano — No seas cruel.
— Me imagino que ustedes entienden la situación en la que estamos ahora, ¿Cierto, chicos?— mi mano acompañaba mis palabras.
—Mhm, y por eso decidimos arriesgarnos a venir— dijo Jungkook.
Lo miré con seriedad, pero él, en cambio, se burlaba de la situación. Entonces uno de sus brazos rodeó mis hombros y me acercó a él.
—Yo me encargaré de esta situación.
Elevé mi meñique y lo acerqué a él — ¿Promesa?
Aunque estuviera muriendo de los nervios y la preocupación, sus ojos y su sonrisa reflejaban confianza.
—Promesa.
Finalmente, todos continuamos desayunando hasta que los chicos se fueron.
Más tarde, durante la noche, recibí una llamada de Jungkook. Hablábamos sobre nuestro día y aquella pequeña aventura que Jimin y él habían decidido tomar.
— Y sólo dijimos que habíamos
salido a comprar algunas cosas,
pero que no queríamos molestar a nadie.—¿Y qué pasó? ¿Les creyeron?
— Eso parece, aunque nos dijeron que
debíamos avisar y esas cosas.—Ay Kook, ustedes sí que están
un poquito safádos.Risas —Valió la pena, me gustó pasar
tiempo contigo. Y a todo esto,
¿te gustó el tulipán que te regalé?
Me dijiste que los tulipanes rosas
son tus favoritos.—Sí, me encantó. Gracias por recordarlo.
Hablamos por un largo tiempo hasta que nos despedimos.
Aquel chico había arriesgado su privacidad sólo para visitarme, y eso era algo que me hacía sentir especial. Aunque sabía que era demasiado riesgoso, para ambos.
~Lazary Kim ♡
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EUPHORIA [JJK]
Fanfiction~𝑻𝒐𝒎𝒂 𝒎𝒊𝒔 𝒎𝒂𝒏𝒐𝒔 𝒂𝒉𝒐𝒓𝒂 𝑬𝒓𝒆𝒔 𝒍𝒂 𝒄𝒂𝒖𝒔𝒂 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝒆𝒖𝒇𝒐𝒓𝒊𝒂. Victoria Solari tenía perfectamente claro el propósito de su estancia en Corea del Sur. Pero nunca se imagino que Jeon Jungkook se convertiría en una viñet...