Capítulo diez

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—¿Cómo estás?

—Muy bien, ¿y qué tal tú?— respondí algo nerviosa.

—Estos días he estado de lo mejor.

Sonrió hermosamente, dándome a entender que no mentía.

—Me alegro— mencioné.

—Olvidaste algo el día que nos conocimos.

Lo ví sacar su celular de uno de sus bolsillos traseros. Cuando lo tuvo entre sus manos, retiró de este el protector cristalino y por fin supé lo que había olvidado.

Era la pequeña nota en la que había escrito el nombre coreano con el que Jennifer me bautizó. Lo había olvidado por completo.

La despegó suavemente y la acercó hacia mí. Estaba un poco doblada, considerando que había deshecho el pequeño barquito de papel para pegar la nota detrás de su móvil.

—Oh, gracias.

Estiré ambas manos para recibirla, pero Jungkook la arrebató de mi alcance.

—Me gustaría conservarla, si estás de acuerdo— dijo tranquilamente.

¿Para qué la querría? Igual no me servía para algo.

—Ah, está bien— respondí.

El chico sonrió en forma de agradecimiento y volvió a colocar el post-it dentro del protector de su teléfono.

—Parece que el destino quiere que trabajemos juntos— dijo.

—Es eso, o alguien se ha encargado de convencerlo— bromeé haciendo que Jungkook carcajeara un poco

—Oh, no. Yo no tuve nada que ver— se defendió inocentemente.

—Hmm, lo imagino, aunque no pensaba que hubiéses sido tú.

Lo miré astutamente, haciéndole saber que sospechaba de él.

—¿Te parece si comenzamos a trabajar?— sugerí.

Con una sonrisa, Jungkook aceptó.

Entonces nos situamos en un sitio con una considerada distancia entre los demás. Me dispuse a desenrollar la cinta métrica para estirarla por completo.

Coloqué la pequeña placa metálica sobre la esquina superior de su hombro derecho, recorriendo la tira plástica detrás de su espalda.

Localicé el tope de su hombro contrario y anoté sobre mi cuaderno el dígito en el que el mencionado terminó.

—Pero enserio, creo que esta es una señal de que debemos trabajar juntos más seguido— mencionó el Idol, dando media vuelta para responder.

—¡Gran idea! ¿Qué opinas de una canción?— dije sarcásticamente, en tanto volvía a estirar la cinta por el largo de su brazo.

—Oye, ¡Esa es una excelente idea!

No pude evitar reír un poco al notar que Jungkook no distinguía el tono de sarcasmo que usé.

EUPHORIA [JJK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora